La labor psicológica ha resultado imprescindible para la práctica probatoria en materia penal, especialmente, en casos de violencia intrafamiliar, abuso, homicidios, feminicidios, entre otros; no obstante, dicho apoyo probatorio está articulado a una serie de roles que el derecho nos asigna, los cuales nos resulta difícil discriminar y nos llevan a cometer errores en el ejercicio argumentativo propio del proceso penal. Por esta razón, este curso se proyecta como un escenario que posibilitará a los psicólogos el reconocimiento de los principios procesales que tiene la práctica probatoria en el proceso penal y brindará los insumos que permitirán reconocer los alcances y límites de su rol en dicha práctica. Igualmente, ilustrará sobre las condiciones que se desarrollan en un juicio oral, de modo que haya mayor competencia argumentativa conforme al rol que se nos atribuye dentro del proceso.