Es quien produce, por medio del lenguaje, un texto portador de significado con una determinada intención comunicativa, y tiene existencia, al igual que el lector, como sujeto social. Conforme se desarrollan en el lector las capacidades de observación, interpretación y análisis, llega a comprender los textos y a entender lo que el autor ha querido comunicar a través de lo que escribe. Así mismo, para interpretar un texto, argumentar acerca de la información que comunica y proponer soluciones o hipótesis, es necesario comprender lo que dice, para eso es importante que el lector identifique el propósito o intención que motivó al autor o autora a escribir, y que, a su vez, el lector propenda por que dicho propósito sea transparente para el lector.
Generalmente, un autor puede redactar un texto para informar, recrear la imaginación o para persuadir; bajo estas condiciones la intención del autor puede ser explícita, que se encuentra en la superficie del texto, o implícita en la que el lector debe inferir o deducir el propósito del autor en la lectura del texto.
Así, en este escenario, el autor es el emisor del mensaje en el circuito de la comunicación lo que implica una estrecha relación con cada uno de los elementos que componen el texto y su dinámica comunicativa. Por ejemplo, el código en el circuito de comunicación es regulado por la cohesión del texto.