El recurso hipermedialEducación, poder y fe: la escuela colombiana en disputa 1822 a 1868 examina el proceso histórico de la conformación del sistema educativo colombiano en las primeras décadas posteriores a la independencia. Este período resulta especialmente significativo dado que estuvo marcado por intensas confrontaciones políticas, económicas y doctrinales entre el emergente Estado republicano y la Iglesia Católica, institución que tradicionalmente había monopolizado la formación educativa y moral durante el periodo colonial.
La educación durante estos años iniciales de la República se constituyó en un espacio clave para la construcción de la ciudadanía y para la definición de la identidad nacional colombiana. En este contexto, la educación pública se perfilaba como una herramienta esencial del proyecto liberal para promover una ciudadanía activa y responsable, basada en principios ilustrados y en la capacidad crítica derivada de la alfabetización masiva. Por su parte, la Iglesia Católica defendía un modelo educativo basado en valores tradicionales, enfocado especialmente en la moralización y la formación doctrinal, considerando que una educación desprovista de estos elementos podía poner en riesgo el orden social y espiritual del país.
Este recurso presenta un análisis crítico de la disputa a través del estudio detallado de cuatro documentos históricos fundamentales, provenientes del Archivo Pedagógico del siglo XIX. Dichos documentos incluyen una circular ministerial de 1822 publicada en la Gaceta de Bogotá, un informe administrativo de la Gobernación de Antioquia de 1839, el presupuesto educativo del Estado Municipal de Bogotá de 1863, y un tratado filosófico anónimo del mismo periodo que cuestiona el utilitarismo.
La circular ministerial publicada en 1822 muestra claramente el esfuerzo del Estado colombiano por adoptar y difundir el método lancasteriano, una innovación pedagógica de gran alcance y economía, basada en la enseñanza mutua a través de monitores escolares. Este método permitía a un solo maestro atender a numerosos estudiantes, lo que representaba una solución viable y atractiva frente a las limitaciones económicas del naciente Estado. Sin embargo, la adopción del método lancasteriano no estuvo exenta de conflictos, dado que desafiaba directamente el modelo pedagógico tradicional, en el que la figura del maestro religioso ejercía una autoridad moral y educativa incuestionable. La circular, al exigir la capacitación de religiosos en este nuevo método, manifiesta una clara intención estatal por transformar, aunque respetando formalmente, las estructuras educativas preexistentes.
El informe administrativo de Antioquia de 1839 aborda otro aspecto relevante de esta tensión: la dificultad económica del Estado para sostener financieramente un sistema educativo público generalizado y gratuito. En respuesta a esta situación, el documento menciona la posibilidad de concesionar instituciones educativas estatales a particulares. Esta solución, además de ser pragmática, abre un debate significativo sobre la participación privada en la educación pública, un tema que sigue siendo relevante en la actualidad y genera profundas implicaciones respecto a la calidad educativa, la equidad y la naturaleza del derecho a la educación.
El documento presupuestal del Estado Municipal de Bogotá de 1863 aporta una perspectiva económica clara sobre las verdaderas prioridades del gobierno local respecto a la educación. A pesar del discurso oficial que destacaba la importancia de la educación pública, el análisis del presupuesto revela que los recursos destinados a las escuelas eran limitados en comparación con otras áreas como la seguridad y las obras públicas. Adicionalmente, la presencia de un diálogo catequético en este mismo documento indica que la influencia doctrinal de la Iglesia Católica permanecía presente, incluso en instituciones educativas administradas por el Estado.
El tratado filosófico anónimo contra el utilitarismo agrega una dimensión crítica y filosófica a esta discusión, mostrando cómo la disputa educativa no sólo se situaba en términos pedagógicos o presupuestales, sino también en profundas diferencias filosóficas sobre el propósito de la educación. Este documento argumenta que reducir la formación educativa únicamente a criterios prácticos y utilitarios desatiende la dimensión ética y moral, esencial según la visión católica tradicional para formar individuos plenamente humanos y socialmente responsables.
Este recurso permite una comprensión profunda y reflexiva sobre las tensiones históricas que definieron el sistema educativo colombiano en su fase inicial, proporcionando claves para interpretar y discutir críticamente los actuales desafíos educativos en términos de laicidad, financiación y calidad educativa. En este sentido, la educación se revela no solo como una institución formadora, sino como un complejo campo de poder donde se disputan visiones fundamentales sobre la sociedad, la cultura y el individuo, aspectos que siguen teniendo vigencia y pertinencia en la sociedad contemporánea colombiana y latinoamericana.
Empieza con el video principal:
Escuela como campo de poder. Estado, Iglesia y modelos pedagógicos siglo XIX.
Obtendrás una visión panorámica —casi como el dron pedagógico definitivo— y detectarás las principales tensiones de poder y saber en la educación colombiana decimonónica.
Revisa los cuatro PDFs nucleares del archivo ARPE, en este orden:
1. 5592.pdf
2. 597.pdf
3. 5091.pdf
4. 1591.pdf
5. 3614.pdf
6. 5078.pdf
7. 3282.pdf
8. 2480.pdf
9. 9595.pdf
Aquí está la salsa secreta: debates, propuestas y contradicciones que hicieron sudar la tiza a más de un prócer educativo.
Lee la descripción general del recurso.
Así contextualizas el marco histórico-político-filosófico y sabes exactamente por qué el siglo XIX parecía una asamblea de Hogwarts… pero con sotanas y decretos.
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Autor: Jose Alexis Betancur
Estudiante de Pregrado en Pedagogía.
Universidad de Antioquia.