Somos una universidad pública que, en ejercicio pleno de su autonomía, se compromete con la formación integral del talento humano con criterios de excelencia, la generación y difusión del conocimiento en los diversos campos del saber y la preservación y revitalización del patrimonio cultural.
Un ser con conciencia social, capaz de trabajar en comunidades de aprendizaje desde la creación y la innovación; que promueve en sus estudiantes la formación integral, la formación en investigación y el diálogo de saberes, en tanto despliegue de las racionalidades ética, estética, política y lógica; que es capaz de estimular la diversidad, la igualdad, la inclusión, los enfoques de género, territorial e intercultural, la paz y el buen vivir en los diferentes espacios en los que interactúa. Un profesor que, al ejercer su libertad de cátedra, respeta la libertad de aprendizaje del estudiante.
Un ser que construye su proyecto de vida en libertad y que se reconoce como ciudadano global, intercultural, analítico, reflexivo, crítico, cocreador, innovador, capaz de aprender por sí mismo durante toda su vida. Un estudiante que está comprometido con la transformación social, la paz, la dignidad humana, el bien común, el buen vivir y el respeto por la diferencia.
Mediación pedagógica que posibilita la realización de la misión institucional por parte de la comunidad universitaria y que se orienta hacia la transformación de la sociedad. Se construye colectivamente a partir del ser social de la Universidad en su devenir académico. Describe la concepción institucional de sus ejes misionales: la docencia, la investigación y la extensión atravesados por la concepción educativa, pedagógica, curricular y didáctica. En su construcción, se integran los trayectos recorridos en nuestra historia académica y las posibilidades de horizontes compartidos alrededor de la educación.
Concepción de una universidad inclusiva y de excelencia académica para el desarrollo de capacidades, en la cual la educación se proyecta como derecho humano fundamental desde cuatro dimensiones básicas: la accesibilidad, en tanto igualdad en el acceso sin ninguna discriminación; la asequibilidad o disponibilidad, que se refiere a la inversión y la disposición de recursos físicos, humanos y tecnológicos; la adaptabilidad, a propósito de la construcción de currículos flexibles, pertinentes, interdisciplinarios, interculturales e integradores, que se adecúan a las necesidades de las y los estudiantes para garantizar su permanencia y graduación, y la aceptabilidad, que supone la construcción y el desarrollo de procesos y modelos de seguimiento permanente para que la educación cumpla las expectativas y sea de calidad.
Proceso consciente y continuo que busca el desarrollo armónico y equilibrado del ser humano desde sus múltiples racionalidades, entre ellas la lógica, que implica la construcción metódica de los conocimientos; la ética, desde la autonomía, la capacidad de juicio, de tomar decisiones, la responsabilidad y el autoconocimiento, los cuales permiten actuar correctamente, con principios y valores; la política, que representa el vínculo social, la ciudadanía, la convivencia, la comunicación, el hablar y actuar juntos, el convivir; y, finalmente, la estética, que representa la síntesis de las racionalidades porque es la que involucra las sensaciones, la inteligencia emocional, la intuición y todas aquellas sensibilidades que le permiten al ser humano crear algo novedoso, imaginar nuevas realidades, resolver problemas y transformar su entorno.
Proceso permanente a través del cual se generan condiciones de posibilidad para el desarrollo de procesos de enseñanza y de aprendizaje que favorezcan o propicien la creatividad, la innovación, la transformación social y de los territorios. Va más allá de la construcción metódica de conocimientos. Pretende la formación de un espíritu investigador que reconoce posibilidades de mejoramiento y cualificación de la vida colectiva, y que para ello se fundamenta en los diálogos con las ciencias, las humanidades y las artes que tienen como fundamento los métodos científicos.
Proceso de carácter histórico y social mediante el cual se prepara al ser humano para hacer parte de la sociedad, apropiar y construir bienes culturales y generar condiciones para convivir e interactuar con los otros. Dada la condición social de la educación, a través de esta se preserva la conciencia colectiva y el bien común, y se despliegan condiciones éticas y políticas para la adquisición de conocimientos y la ampliación de horizontes como humanidad.
Proceso a través del cual cada ser humano, en y desde la libertad, construye su propia conciencia histórica y su particular imagen del mundo. En dicha construcción, se apropian diferentes saberes y prácticas culturales, se generan interacciones con otros sujetos y, en especial, se dan condiciones para la transformación interior.
Campo discursivo de la educación, cuyo objeto de estudio es la formación de los seres humanos en atención a asuntos históricos, sociales, culturales, políticos, económicos, entre otros. Dada su condición de campo, establece diálogos con diferentes disciplinas y ciencias como la antropología, la historia, la sociología, la psicología, la administración, entre otras, para reconocer las múltiples trayectorias formativas de los sujetos en atención a los contextos en los que interactúan y a los saberes que en estos construyen.
Campo discursivo de la educación, cuyo objeto de estudio es la traducción, la apropiación o la interacción con las diferentes configuraciones culturales a partir de las cuales se concretan intencionalidades del ser humano que se pretende formar. Tiene que ver con los diferentes senderos o trayectos que se despliegan dentro de la educación para articular los proyectos culturales de las comunidades, los proyectos educativos de cada institución y los proyectos de vida de los seres humanos que habitan los espacios mencionados.
Campo discursivo de la educación, cuyo objeto de estudio son los procesos de interacción y comunicación que se desarrollan en los diferentes contextos educativos y en los múltiples ambientes de aprendizaje. Se centra en los procesos de enseñanza, aprendizaje y evaluación desde consideraciones éticas, políticas, estéticas, lógicas y metódicas, que los actores educativos desarrollan en las instituciones educativas para conversar y construir formas de apropiación y modos de concreción de la formación de los seres humanos.
Proceso de articulación y de convergencia entre intencionalidades, formas y diseños de tipo curricular, para posibilitar la coherencia entre los niveles macro, meso y micro, desde los horizontes educativos, pedagógicos, curriculares y didácticos que se plantean en el Proyecto Educativo Institucional (PEI), con la intencionalidad de favorecer la educación de calidad, el aprendizaje para toda la vida, la excelencia académica, la interdisciplinariedad, el diálogo de saberes, la internacionalización y el despliegue de múltiples rutas formativas en pregrado y posgrado.
Proceso de articulación y de convergencia entre intencionalidades, formas y diseños de tipo curricular, para posibilitar la coherencia entre los niveles macro, meso y micro, desde los horizontes educativos, pedagógicos, curriculares y didácticos que se plantean en el Proyecto Educativo Institucional (PEI), con la intencionalidad de favorecer la educación de calidad, el aprendizaje para toda la vida, la excelencia académica, la interdisciplinariedad, el diálogo de saberes, la internacionalización y el despliegue de múltiples rutas formativas en pregrado y posgrado. Perspectiva o mirada de la educación desde la cual se enfatiza en el conjunto de potencialidades, condiciones y cualidades que tiene el ser humano para ser, saber, hacer y convivir, y con las cuales puede ejercer múltiples acciones, tales como apropiar nuevos conocimientos, solucionar problemas, desarrollar habilidades, adquirir hábitos, entre otros. De acuerdo con Nussbaum (2012), corresponde a la libertad que tiene cada persona para ser, hacer y crear, y, por tanto, para construir diferentes formas de vida, lo que contribuye a cimentar su personalidad y a recorrer múltiples trayectorias vitales.
Paradigma de pensamiento intercultural a partir del cual se reconocen y concretan las posibilidades a las que acuden los seres humanos para cuidar la vida. Dado que deriva del reconocimiento y la interacción con múltiples culturas, para la Universidad, se centra en una visión y una acción éticas, que siempre están vinculadas al contexto, y desde las cuales se pone la vida en el centro de la discusión, y el cuidado se convierte en un elemento nuclear para la construcción de un mundo más justo tanto para las personas como para los demás seres con los que compartimos el planeta. De acuerdo con esta concepción, la naturaleza no es un objeto, sino un sujeto, y no solo las personas, sino todos los seres vivos somos contemplados como integrantes de las comunidades.
Perspectiva o mirada de la educación que centra su atención en la relación entre la Universidad y los territorios en doble vía. Esto quiere decir que, sin sacrificar su singularidad, la Universidad construye la pertinencia de su actuación de forma cosmopolítica, y teniendo en cuenta la particularidad de los lugares, los territorios y las redes de las que hace parte, propone acciones concretas para mejorar las condiciones específicas de los territorios, y, a la vez, incorpora las oportunidades que cada territorio le ofrece. Esta relación bidireccional sitúa la misión universitaria en diálogo con las necesidades y propuestas de la sociedad, conformando una trama tejida de conocimientos, acciones, prácticas y proyectos en diferentes escalas (Plan de Desarrollo Institucional 2020-2027, p. 37).
Reflexión ético-política que se sustenta en la defensa de la condición humana y su lucha contra formas de dominación basadas en la guerra, la intimidación, el acallamiento y las diferentes maneras en las que se expresa la violencia. En ese sentido, este enfoque interroga a la educación de la paz desde una perspectiva pedagógica liberadora sobre el qué, para qué, por qué, con quién y en dónde hacerla. Por lo tanto, se habla de posicionar a los sujetos desde el empoderamiento y los propósitos orientados a la paz para construir una sociedad justa, armónica, pacifista, igualitaria, democrática y tolerante.
Desarrollo de la autorreflexión sobre las dinámicas de la Universidad, basadas en la ética como principio, la definición de sus grupos de interés y las relaciones que estos establecen con la Institución. Se establece el seguimiento y la evaluación del dinamismo de las relaciones y la reciprocidad de las acciones de la Universidad y sus actores, partiendo del reconocimiento del otro —humano— y su territorio, como el objeto de sus acciones y fines. (Acuerdo Superior 463 de 2019)
Perspectiva o mirada de la educación que implica una reflexión política y ética de los lugares, las acciones y las incidencias que han tenido históricamente las mujeres, los hombres y las disidencias sexuales y de género en las decisiones educativas y formativas para las diferentes disciplinas y ciencias, y en los desarrollos científicos e investigativos. Desde este lugar de comprensión, se garantiza la igualdad de oportunidades para que todas las comunidades puedan convivir de manera pacífica en la Universidad, se eliminen las violencias sexuales y basadas en género, se visibilicen discursos y prácticas excluyentes y se reduzcan las brechas y barreras comunicativas, tecnológicas, actitudinales, administrativas y académicas relacionadas con el género o la orientación sexual.
Relación armónica y equilibrada que sostiene el ser humano con todo aquello que lo rodea para garantizar condiciones de buen vivir a las generaciones presentes y futuras. Implica desarrollar procesos de enseñanza y aprendizaje centrados en la justicia social y la responsabilidad ambiental a través del planteamiento y la solución de problemas locales y globales, el desarrollo de investigación básica y aplicada, la realización de prácticas en los territorios y la búsqueda de la apropiación social del conocimiento generado, que aporten a detener o revertir los procesos de deterioro de los ecosistemas naturales.
Condición de universidad que implica la eliminación de barreras físicas, económicas, cognitivas, epistemológicas y culturales que impidan a los y las estudiantes acceder a una educación superior de calidad. Una universidad inclusiva da prioridad a grupos poblacionales diversos y vulnerables, los cuales, según la Unesco, merecen equidad, tales como las personas racializadas, indígenas y minorías, personas con discapacidad, personas con medios económicos limitados, mujeres, LGBTIQ+, desplazados y víctimas del conflicto, personas procedentes de lugares remotos o rurales, entre otros. Ello permite la construcción de sociedades más justas, pacíficas y democráticas.
Condición de universidad que da lugar al reconocimiento de la diferencia y de las diferentes capacidades que nos habitan a los seres humanos. Desde esta perspectiva, para garantizar una educación superior de calidad, la diversidad puede comprenderse de varias formas: el acceso a estudiantes pertenecientes a diferentes grupos poblacionales, múltiples ofertas de programas, multiplicidad de rutas de formación, de formas de enseñar y de aprender, de modalidades educativas presenciales o basadas en TIC, de perspectivas, de puntos de vista, de ofertas académicas, culturales y deportivas, entre otras.
Múltiples formas de relacionamiento que se establecen entre los miembros de una institución o comunidad, y de estos con otras instituciones locales, regionales, nacionales e internacionales en la búsqueda de alcanzar objetivos comunes.
Perspectiva que reconoce la corresponsabilidad y las múltiples formas de relacionamiento a través de las cuales se construyen escenarios y posibilidades de tejido social. Desde esta perspectiva, se reconoce que el conocimiento, la educación superior y la Universidad misma son bienes comunes en tanto consolidan destinos y posibilidades para la realización de los derechos fundamentales de los seres humanos y de la naturaleza como tal.
Derecho que tienen los profesores y profesoras de exponer sus conocimientos de manera discrecional con sujeción a un contenido programático mínimo, aprobado para cada asignatura por la Facultad que la administra, y a principios éticos, científicos y pedagógicos (Estatuto General, Artículo 9). En términos generales, esta posibilita el despliegue de las capacidades de los profesores y profesoras para construir conocimientos con los otros desde diferentes posibilidades, experiencias e intencionalidades.
Derecho que tiene la y el estudiante de controvertir las explicaciones dadas por la profesora y el profesor con sujeción a principios éticos, científicos y pedagógicos; así como a acceder a las fuentes de información disponibles y utilizarlas para la ampliación y profundización de sus conocimientos (Estatuto General, Artículo 9). Tal y como se concibe en el PEI, esta reconoce que las y los estudiantes son sujetos de saberes y que también pueden construir sus propias rutas de aprendizaje de acuerdo con sus intencionalidades formativas.
Procesos de relación y de comunicación en los que se integran diferentes formas de saber, códigos culturales, modos de relacionamiento, expresiones estéticas, entre otros, a partir de los cuales se generan condiciones de igualdad entre los diferentes seres humanos. Es el reconocimiento del saber del otro. Cualquier relación entre personas o grupos sociales diversos se considera intercultural cuando, siendo positiva, lleva a aceptar que se es culturalmente distinto y enriquece mutuamente, aprendiendo unos de otros (Documento maestro del Programa Pedagogía de la Madre Tierra). De tal suerte, esta implica la apropiación de formas de aprender, conocer y enseñar que provienen de distintas tradiciones y contextos.
Formas de aplicación y de transferencia del conocimiento científico y tecnológico para dar soluciones novedosas, responsables y sustentables a las necesidades sociales de los territorios y comunidades sobre los cuales la Universidad impacta, garantizando la apropiación social de dicho conocimiento.
Uno de los valores fundamentales que debe desarrollarse en los procesos de formación, pues promueve el trabajo interdisciplinario, la apropiación social del conocimiento que se genera y la interacción con las comunidades y los territorios en los cuales hacen presencia la Universidad y sus egresados.
Principio básico de justicia social asociado al derecho a la educación que garantiza a todas y a todos los estudiantes las mismas oportunidades para acceder, permanecer y concluir su formación y elimina cualquier tipo de discriminación.
Conjunto de construcciones simbólicas: ideas, saberes, modos de vida, tradiciones, valores, prácticas, expresiones del lenguaje, entre otros, que diferentes grupos humanos apropian y actualizan a partir de interacciones y de vínculos con los territorios. Dada su importancia para la vida comunitaria y el tejido social, todas estas expresiones implican abordajes educativos para concretar diferentes intencionalidades formativas.
Construcciones derivadas de las culturas y de las realidades que las y los estudiantes apropian para alcanzar las intencionalidades formativas propias de cada tejido curricular. Los saberes se consolidan a partir de la integración entre conocimientos (conceptos, teorías), prácticas, normas, habilidades, hábitos y formas de actuación con los otros y con uno mismo. Los saberes, al ser parte de la cultura, se convierten en un bien común.
Formas de construir conocimiento a partir de las potencialidades, las dificultades, las tensiones, las necesidades, las carencias o las insatisfacciones que se identifican en los contextos y de las cuales se generan preguntas que deben resolverse mediante procesos investigativos que desarrolla la y el estudiante con la guía de la profesora y del profesor, y que permiten su formación en un campo del conocimiento determinado.
Proceso cognitivo, con horizonte social, a partir del cual las y los estudiantes y las profesoras y profesores, al problematizar los saberes, desarrollan sus múltiples racionalidades, adquieren las capacidades para construir conceptualizaciones, valoraciones, juicios e ideas, y crean nuevas posibilidades para transformar la realidad.
Principio de la educación de calidad que reconoce las garantías que se les brinda a las y los estudiantes para desarrollar sus procesos de formación en condiciones de equidad, igualdad y calidad para adelantar y finalizar sus trayectorias académicas orientadas hacia la formación integral.
Convergencia de múltiples campos y áreas de conocimiento en el desarrollo de los procesos de enseñanza y de aprendizaje para que las y los estudiantes se hagan conscientes de la diversidad de saberes que hacen parte de su formación, y así puedan integrarlos, establecer relaciones entre ellos y ampliar su capacidad para dar respuesta a los problemas de los contextos.
Característica de los diseños curriculares que garantiza la coherencia, la congruencia y la capacidad de adaptación frente a las necesidades y a las expectativas que tiene la sociedad sobre la formación universitaria, y las condiciones que esta tiene para aportar a la solución de los problemas del contexto y adaptarse a los cambios.
Característica de los currículos a partir de la cual se promueve la apertura, la creación, la innovación y se favorecen ambientes de aprendizaje que combinan diferentes tiempos y espacios, estrategias didácticas y de evaluación innovadoras y rutas de aprendizaje alternativas para que las y los estudiantes desarrollen autonomía y responsabilidad en su propio proceso formativo.
Incorporación de las dimensiones interculturales, globales y locales a los tejidos curriculares para promover en los sujetos posibilidades de ciudadanía global, conciencia sobre sus lugares en el mundo; así como opciones de intercambio y de construcción de redes de conocimiento. Se fundamenta en la concepción de internacionalización como sistema y del currículo como cultura desde los principios de interdisciplinariedad, diálogo de saberes, pertinencia y flexibilidad. Su propósito es la formación integral y el desarrollo de capacidades, saberes, prácticas, actitudes y habilidades que le permiten a los integrantes de las comunidades de la Universidad desempeñarse social y profesionalmente en un mundo interconectado, multi e intercultural y en diálogo con los territorios.
Configuración y propuesta curricular que se fundamenta en la perspectiva problémica, utiliza la investigación como método en la clase, combina teoría y práctica, promueve la interdisciplinariedad, la interacción y el diálogo permanente entre profesores y estudiantes para generar soluciones creativas e innovadoras a los problemas del contexto y para transformar la realidad de los territorios y las comunidades.
Configuración y propuesta curricular que se fundamenta en la perspectiva problémica, utiliza la investigación como método en la clase, combina teoría y práctica, promueve la interdisciplinariedad, la interacción y el diálogo permanente entre profesores y estudiantes para generar soluciones creativas e innovadoras a los problemas del contexto y para transformar la realidad de los territorios y las comunidades. Proceso de carácter político que se desarrolla bajo unas condiciones históricas y culturales y que reivindica a la profesora y al profesor como sujetos de saberes. A su vez, es una práctica social a través de la cual las profesoras y los profesores establecen vínculos con la formación, la investigación, la extensión y las trayectorias profesionales para generar posibilidades de interculturalidad.
Proceso cognitivo, individual y social mediante el cual cada ser humano se apropia de la cultura, en libertad y con plena conciencia, para comprender e interpretar nuevos sentidos y resolver problemas sociales.
Proceso sistemático que busca valorar el desarrollo cognitivo y social de las y los estudiantes, por lo cual va más allá de la mera calificación que certifica el transitar por la educación formal, y centra su intencionalidad en la construcción de los saberes que dependen, en gran medida, de las oportunidades que tengan los seres humanos para revisar, hacer ajustes y tomar decisiones que orienten dichos procesos. Desde esta perspectiva, cada estudiante asume un papel protagónico en su proceso de aprendizaje identificando fortalezas, dificultades y trazando caminos que le permitan alcanzar los propósitos formativos. Por lo tanto, la evaluación para el aprendizaje debe ser formativa, democrática, humana, continua e incorporar estrategias como la coevaluación, la autoevaluación y la heteroevaluación.
Conjunto de actividades no tradicionales que, de forma intencionada, se organizan y secuencian coherentemente para orientar los procesos de enseñanza, aprendizaje y evaluación; para comunicar y apropiar los conocimientos propios de cada campo disciplinar, y para que las y los estudiantes desplieguen su desarrollo cognitivo, afectivo y social, y con ello se concreten los propósitos de formación establecidos.
Espacios que albergan un grupo de seres en formación, contienen unos medios, generan unas determinadas mediaciones (formas de interacción) y están limitados por un tiempo para conversar sobre un saber específico. Implican la convergencia de espacios, tiempos y medios en las interacciones de profesores y estudiantes para la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación.
Conjunto de opciones organizativas, de tipo didáctico, que facilitan el acceso de las y los estudiantes a cada espacio curricular propuesto en el plan de formación, en condiciones diversas de tiempo y espacio, con el objetivo de incentivar la flexibilidad curricular, diversificar las estrategias didácticas, promover el desarrollo de múltiples rutas de aprendizaje y facilitar la movilidad regional, nacional y global. Estas modalidades pueden ser presencial, a distancia, virtual, dual, semipresencial, concentrada, actividades académicas asistidas total o parcialmente por TIC y todas las posibles combinaciones.
Conjunto de objetos, instrumentos, implementos, recursos o tecnologías que soportan los saberes y facilitan su comunicación. Son el vehículo a través del cual se manifiestan las estrategias didácticas utilizadas por la profesora y el profesor para alcanzar los propósitos de formación definidos y resolver los problemas que se plantean en el desarrollo del proceso formativo. Los medios provocan y mantienen el interés, concretan y refuerzan la atención, estimulan actitudes, enriquecen las percepciones y las sensaciones, despiertan la sensibilidad, posibilitan la transformación de impresiones en realizaciones, de las ideas en formas y de los sentimientos en vivencias; estimulan la imaginación, mueven el pensamiento y generan la comunicación. Todo ello, incrementa los significados e incita a la acción.
Acciones intencionadas para promover el aprendizaje y generar condiciones de transformación del ser, del saber y del hacer. Desde este concepto se supera el papel auxiliar del medio, pues facilita la integración y la mutua transformación de las partes que se comunican.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son el conjunto de medios de comunicación y las aplicaciones de información que permiten la captura, producción, almacenamiento, tratamiento y presentación de información en forma de voz, imágenes y datos contenidos en señales de naturaleza acústica, óptica o electromagnética. Las TIC se han convertido en un componente esencial de los procesos de enseñanza y de aprendizaje al permitir el cierre de brechas digitales entre los grupos sociales y por su posibilidad de mejorar los logros académicos y laborales de los futuros profesionales, por lo que se requiere que su uso tenga una intencionalidad pedagógica y didáctica.
Conjunto de elementos, soportes, máquinas y procedimientos a través de los cuales las personas almacenan, agrupan, organizan, conservan y recuperan documentos que portan información para consulta permanente y abierta por parte de un usuario. En concreto, estos sistemas integran y dinamizan las bibliotecas, los centros de documentación, los archivos, los museos, las bases de datos, las redes y las herramientas como internet, portales, buscadores, metabuscadores, repositorios y sitios web, que permiten la intercomunicación en el ciberespacio y generan posibilidades de enseñanza y aprendizaje.
Queremos invitarlo a conocer más sobre el PEI a partir de la lectura y el análisis de 50 conceptos claves que describen el quehacer de la Universidad y su enfoque formativo, investigativo y humanista.
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