¿Alguna vez estuviste conversando con alguien sobre algún tema que te interesaba y luego te empezó a aparecer información, publicaciones y publicidad al respecto en las redes sociales y páginas de internet?
Pareciera que la respuesta a esta pregunta es que te están espiando y, aunque de cierto modo puede ser verdad, la realidad es que casi todo el tiempo somos nosotros los que decidimos qué tipo de información nos aparece y qué tipo de contenidos nunca se nos muestra.
Los algoritmos de las redes sociales, plataformas y medios digitales que consumimos usualmente generan unos filtros, los cuales están relacionados con nuestros gustos personales. Las páginas a las que accedemos analizan el tiempo que pasamos revisando algunas publicaciones, el número de clics que damos a determinados contenidos y las interacciones con cierto tipo de información, a partir de lo cual se crea una burbuja de información, es decir, un filtro burbuja.
Así es como tenemos acceso a contenidos relacionados con los temas que nos llaman la atención. Por eso, el tipo de contenidos e información que le aparece a una persona no es el mismo que le puede aparecer a otra porque las líneas de interés son muy variadas (deportes, música, marketing, maquillaje, tecnología, recetas, política y todo lo que se te ocurra).
Como puedes ver, el panorama de esta situación no es del todo negativo, y no es que nos estén espiando, somos nosotros mismos quienes al final elegimos lo que queremos ver en internet. ¿Cuál es tu punto de vista sobre este tema? Cuéntanos en los comentarios.
Ana María Zuluaga Aristizábal Gestora de canales digitales
Ude@ Educación Virtual
Referencias bibliográficas
Pariser, E. (2017). El filtro burbuja: Cómo la web decide lo que leemos y lo que pensamos. Taurus.
El buscador de Google se ha vuelto una parte esencial de nuestras vidas. Lo más probable es que casi todos lo usemos diariamente, decenas o hasta cientos de veces en un solo día. Este motor de búsqueda no solo es el punto de partida de casi todas nuestras actividades académicas, también resuelve muchas de las dudas de nuestras vidas, ya sea direcciones, números de teléfono, información sobre la película que encontramos pasando canales, datos para un trámite, etc.
Al parecer, no hay nada que Google no pueda hacer y todo esto gracias al algoritmo que usa para organizar, según su relevancia, los millones de páginas en la web.
Ahora bien, el poderoso buscador que conoces ahora no siempre fue tan sofisticado y capaz de responder a las necesidades y hábitos de cada usuario. Al principio, los resultados no estaban organizados teniendo en cuenta factores como ubicación geográfica, relevancia temporal o preferencias individuales. En aquel entonces, si el usuario requería que los resultados se adaptaran a sus intereses, era necesario utilizar otras herramientas como los operadores de búsqueda que, a pesar de todo, siguen siendo bastante útiles en la actualidad.
Estos operadores son construcciones que se comportan como funciones, es decir, le dan indicaciones al buscador para que te muestre resultados que cumplan con los requisitos que establezcas. ¿Te suena complicado? Para que entiendas un poco más de qué se trata todo este cuento, te compartimos tres de los operadores más importantes y las razones por las cuales deberías hacerlos parte de tu uso de Google:
Site
Utiliza este operador para que tu búsqueda genere resultados solo en el dominio que indicaste. Esto es muy útil si, por ejemplo, quieres saber más sobre una investigación realizada en la UdeA, pero no necesitas información que provenga de otras partes ya que es redundante y no muestra los detalles específicos que requieres conocer. En este caso, debes escribir en la barra de búsqueda lo siguiente:
site:udea.edu.co investigación alzheimer
Comillas (“ ”)
Al poner comillas antes y después de los términos de búsqueda, obligas a Google a que te muestre páginas en las que hay coincidencias exactas, es decir, las palabras aparecen en el mismo orden en que las escribes. Con este operador, Google no corrige tu búsqueda como a veces lo hace por defecto. Entre todos los usos que tienen las comillas, destacamos su utilidad para los procesos de aprendizaje de lenguas extranjeras. Imagina que tienes que escribir un texto en inglés y no estás seguro de si el orden de las palabras o el uso de las preposiciones que elegiste es correcto. En este caso puedes dirigirte al navegador, poner entre comillas la frase con la que tienes problemas y observar si en los resultados aparecen sitios con contenido escrito originalmente en inglés. Así, puedes analizar el uso de las palabras que escogiste en contexto o descartar la frase si no encuentras ningún resultado que coincida.
“i’m going to home”
“i’m going home”
¿Se te ocurre otro uso para este operador? Aquí te damos uno: usar las coincidencias exactas es una acción bastante útil para iniciar procesos de detección de fraude académico.
Signo menos (-)
Usando un guion/signo de menos (-), puedes excluir términos que no necesites o que no quieras ver relacionados con la búsqueda principal. Por ejemplo, estás buscando ideas para recorrer Antioquia y quieres saber qué ha dicho la gente en la web sobre cuáles son las mejores ideas. El problema es que no quieres ver más listas que incluyan a Guatapé porque, aunque es un municipio muy lindo, ya lo has visitado varias veces. Esta vez te interesa descubrir lugares a los que no va mucha gente. Entonces, para excluir a Guatapé de los resultados, debes escribir lo siguiente:
mejores municipios de Antioquia para visitar -guatapé
Estos operadores pueden ser utilizados al mismo tiempo en una sola búsqueda y así obtener resultados más exactos, a la medida de lo que necesites. ¡Anímate a usarlos! Verás que te serán de bastante ayuda para tus procesos académicos y, en general, para todas las búsquedas que hagas.