Cuando hablamos de diseño editorial, hacemos referencia a la rama del diseño que se encarga de la planeación, diagramación y producción de toda publicación que pueda tener continuidad en volúmenes o capítulos como libros, revistas, catálogos, informes, periódicos, etc.
Los fanzines, por su parte, se caracterizan por ser una versión editorial amateur, tener pocas páginas y permitir la creatividad sin límite. Este tipo de publicaciones permiten comunicar de forma efectiva y divergente. Tradicionalmente fueron impresos, fotocopiados o ilustrados a mano, ahora la tecnología se ha volcado a las publicaciones digitales con soportes en plataformas gratuitas o de pago.
A continuación, te compartimos algunos infaltables para comenzar tu proyecto editorial independiente:
¡Anímate a darle forma a tus ideas, el mundo lo necesita! ¿Tienes un tema para comenzar tu publicación? Cuéntanos en los comentarios.
¿Sabías que las historias hacen parte de nuestra naturaleza como seres humanos? Nuestro cerebro todo el tiempo almacena recuerdos en imágenes mentales de lo que nos sucede en diversas situaciones de nuestra vida, cuando conversamos con otras personas estamos narrando historias, incluso, cuando dormimos seguimos creando historias.
El arte de contar historias se define como Storytelling, que es un recurso muy valioso para compartir conocimientos o crear experiencias a un público objetivo. Por eso, te invitamos a vivir junto a Carlos una aventura que te permita identificar los diversos elementos que constituyen las historias.
¿Qué te pareció esta aventura? ¿En qué campos se puede utilizar el storytelling? Cuéntanos en los comentarios.
Ana María Zuluaga Aristizábal Gestora de canales digitales Ude@ Educación Virtual
Respira profundo y conserva la calma, estás en la parada correcta. Aquí, hoy, en este kit salvavidas, te compartiremos algunas herramientas útiles para darle vida a tu proyecto radial educativo.
Puede ser que te encante la radio y tengas en el tintero hace mucho, mucho tiempo, algún viejo proyecto para poner en circulación tus conocimientos. También es probable que tengas muchas ganas de darle un nuevo aire a las interacciones que tienes con estudiantes y colegas en aulas, grupos de estudio, semilleros, incluso cafeterías y corredores de la U que, como bien sabemos, son potentes lugares para intercambiar saberes, preguntas, sueños y, en suma, ejercicios de pensamiento crítico.
Así que, sin importar tu rol en la comunidad universitaria o tu área del conocimiento, los elementos del sonido combinados en un proyecto radial educativo pueden ser una herramienta muy potente a la hora de democratizar conocimientos, sobre todo en tiempos en los que, para muchas personas, es cada vez más fácil el acceso a dispositivos digitales y a Internet.
A continuación, te presentamos tres herramientas fundamentales para la creación de contenidos sonoros:
Primera herramienta Una provocación, ¿qué quieres hacer?
Un proyecto radial educativo puede estar integrado por uno o más programas: puedes hacer un solo programa por una única vez, o bien, puedes trazar un proyecto de más largo aliento tipo podcast o serie radial integrado por tres, cinco, diez o más episodios. ¡Ese proyecto radial puede organizarse por temporadas! Y podrías difundir semanal, quincenal, mensual o inesperadamente una cápsula corta o un episodio. ¿Difundir por dónde? Por WhatsApp, quizá uno de los medios digitales de mayor uso cotidiano en territorios urbanos y rurales, a pesar de las limitaciones de cobertura de internet que aquejan a un país como Colombia.
También es posible imaginar contenidos radiales educativos amplificados por medios más convencionales, pero aún así potentes y democráticos: un altoparlante en un aula o en el patio de una escuela, casa cultural o centro comunitario; tal vez puedas encontrar espacio para tu proyecto en una emisora estudiantil, cultural, universitaria o comunitaria. Si apuestas por el podcast, existen diversas plataformas digitales de uso gratuito como Archive, Anchor, iVoox, SoundCloud, entre otras. Asimismo, encontrarás una gran cantidad de guías y tutoriales digitando en Google: cómo usar + nombre de alguna de estas plataformas que aquí mencionamos.
Segunda herramienta Maquinar: una ruta para organizar ideas
Y con ‘maquinar’ nos referimos a la vía para organizar tus ideas y aclarar muy bien qué quieres hacer, cómo, cuándo, en dónde y con quiénes puedes hacer realidad tu proyecto radial educativo. Crear un podcast o programa radial no es difícil, sin embargo, es muy importante planificarlo. Descarga este formato y adáptalo a tus ritmos, propósitos y métodos. Delimita un tema, elige un nombre corto y llamativo, piensa en los tiempos y tonos de tu contenido sonoro, dibuja en tu mente la carátula (como si fuera un libro o un disco que está por salir del horno), selecciona músicas y ambientes sonoros que tengan coherencia con tu temática, piensa en dónde, cuándo y con quiénes podrás grabar tu primer episodio.
Maquinar puede parecer algo simple y básico… ¡en realidad lo es!, pero además es fundamental este primer momento, base de tu proyecto, para poner en orden tus prioridades: ¿Qué conocimientos prefieres compartir en este formato de podcast o radio? ¿Con quiénes puedes contar para hacer realidad este proyecto? El boceto es el ingrediente principal de esto que, poco a poco, seguirá en cocción hasta llegar a los oídos de tu familia, amigos, comunidad educativa y audiencia general local y, ¿por qué no?, ¡planetaria! En tiempos de digitalización de la información todas las personas somos prosumidoras de información, y allí puedes encontrar herramientas y guías para producir desde tu casa, con tu celular, sin barreras, un contenido en el que sea posible poner en circulación tus conocimientos y experiencias.
Tercera herramienta ‘Lenguajear’: estilo, estructura y preparación de cada episodio
Un programa radial educativo puede ser tipo entrevista, este es un estilo bastante popular en los catálogos de podcast, pero no es la única vía. Puedes optar por hacer un programa en solitario o co-presentado, o puedes combinar entrevistas con un monólogo tuyo o de colegas y estudiantes que invites a cada una de tus emisiones. A tu programa radial o podcast puedes traer recortes sonoros de archivos: películas, noticieros, documentales, lecturas en voz alta de otras personas, muy breves fragmentos de canciones comerciales, música disponible en catálogos de obras licenciadas con Creative Commons, como Search CC, Jamendo y CC Mixter, y en plataformas de efectos sonoros libres como FreeSound y BBC Sound Effects.
Sabemos que te inquieta la legalidad o no de descargar audios desde YouTube. Aunque la conversación podría ser muy larga, ya que en Colombia la actual legislación en derechos de autor resulta un poco ambigua, restrictiva, y es apremiante la profundización o ampliación a las ya existentes limitaciones con fines de enseñanza y de copia privada, queremos contarte que si se trata de contenidos educativos y culturales sin ánimo de lucro, o lo que se conoce en el ámbito legal como “usos honrados” puedes usar breves fragmentos del audio de un video de esta plataforma, amparándote en dos literales de la Decisión 351 de 1993, que establece: a) Derecho a la cita y b) Ilustración de la enseñanza. Aquí puedes enterarte más al respecto. En todo caso, hay una alternativa más en relación con YouTube: para evitarte líos con los algoritmos, no está de más conocer posibilidades de configuración de las búsquedas para usar música cuyos permisos ya han sido concedidos por los autores y así evadir problemas con los derechos de autor. Los factores que se pueden tener en cuenta en este caso están muy bien explicados en esta guía.
Ya tienes bastantes ingredientes dispuestos para la creación de tu primer episodio. Quizá es momento de delinear la estructura: ¿cómo sonará el primer episodio? Un posible orden puede ser:
Cabezote
Música introductoria
Tu narración de bienvenida
Más música
Entrevista
Una reseña de otro podcast educativo
Segunda entrevista
Radionovela
Música de salida
Identificación de despedida
O tal vez, si elegiste el camino del programa radial tipo entrevista, la estructura puede ser aún más sencilla:
Cabezote
Música introductoria
Tu narración de bienvenida
Entrevista
Música de salida
Identificación de despedida
Para organizar el relato y el orden de aparición en escena de cada uno de los elementos que componen tu primer episodio, te compartimos este formato de guion radiofónica que, como otras herramientas de este kit, puedes modificar con libertad y adaptar en columnas, filas, marcaciones, colores y extensiones a tus preferencias y necesidades.
Como en casi todos los ámbitos creativos —y la radio sin duda es uno de estos— no existen fórmulas únicas ni camisas de fuerza: puedes hacer las combinaciones que prefieras para darle vida a cada segmento de tu programa, puedes imaginar esta estructura como una mezcla de breves clips que, combinados, tendrán tu sello, tono, estilo y, finalmente, viajarán por ondas físicas o digitales como contenido sonoro amplificador de conocimientos, preguntas y conversaciones que mutarán en nuevos y diversos saberes.
Aquí finaliza el recorrido por las tres herramientas esenciales para la construcción de un proyecto radial educativo. Queremos invitarte a navegar por la segunda parte de este kit salvavidas en una próxima entrega del Blog de Ude@. Luego de provocar, maquinar y ‘lenguajear’, te compartiremos otras dos herramientas igualmente útiles para radio desvararte: maquinar e irradiar, o lo que es lo mismo: grabar y editar tu contenido radial para luego publicar e interactuar con tus audiencias a partir de lo episodios que vayas sonando cada cierto tiempo.
Maritza Sánchez Gestora cultural Ude@ Educación Virtual
Hemos escuchado innumerables historias desde que nacimos; unas para dormir y otras para quedarnos despiertos; unas que nos hablan de grandes hechos que nos afectan a todos, otras de nuestras tradiciones familiares; algunas del origen de la vida, otras de aquellos que conquistaron territorios, físicos y simbólicos; así como algunas con los hechos que transformaron el mundo. Historias con protagonistas diminutos, microscópicos; o enormes, distantes, infinitos; vigentes y extintos, vencedores y vencidos. Hemos escuchado innumerables historias y hemos contado otras tantas, porque somos contadores de historias, lo hacemos sin darnos cuenta. ¿Y si aprendemos a manejar el arte de contar historias? En esta serie de podcast, a través de unas conversaciones con Doña Jacinta, iremos re-descubriendo cómo las historias que nos contamos cada día no sólo son parte fundamental de la vida sino que pueden ser parte de nuestras clases. Aprenderemos, con ella, a incluirlas en el aula.
Escucha atentamente y déjanos tus comentarios.
Verónica Escobar | Guionista Ana María Pérez | Guionista Ude@ Educación Virtual
Los maestros buscan constantemente estrategias para dinamizar sus clases, motivar a los estudiantes con las asignaturas y promover la adquisición de habilidades específicas para su formación.
A partir de esa necesidad nace este interactivo, el cual propone una serie de juegos que invitan a los exploradores a navegar y a hacer un viaje por la órbita de Júpiter hacia el campamento espacial Educere.
Este campamento cuenta con tres estaciones ubicadas en las lunas de Júpiter: Calisto (Aprendizaje Basado en Problemas, ABP), Ganímedes (Aprendizaje Basado en Proyectos, ABPY) e Ío (Aprendizaje Basado en Retos, ABR). Cada una de las estaciones está enfocada en ofrecer a sus visitantes las experiencias de tres estrategias didácticas que podrán aplicar en el aula de clase. Hoy conocerás la EstaciónCalisto.
¿Has escuchado sobre estas estrategias didácticas? Déjanos en los comentarios tus experiencias. Si no las conoces, te invitamos a viajar por el campamento espacial.
Anímate a conocer cada una de las estaciones y a aprender cómo se diseñan proyectos en ABP, ABPY y ABR, y las ventajas de estas en la educación.
María Fernanda Monsalve Guionista Ude@ Educación Virtual
Se acerca la Navidad, y en Ude@ queremos invitarte a un viaje, uno mágico que no te exige ni maletas ni visas, pero que te promete mucha diversión y la oportunidad de pasar un rato maravilloso en compañía de los que más quieres, aprendiendo de arte e historia, desde todos los rincones del mundo y sin moverte de tu casa.
Antes de empezar, ¿sabías que la palabra museo viene del latín musēum, es decir, el lugar sagrado de las musas? En la actualidad, los museos son edificios o instituciones que conservan y exponen colecciones de objetos y materiales, vivos o inertes, y que son de interés para la humanidad; en ese sentido, incluso los jardines botánicos se consideran museos. ¿Lo sabías?
Para iniciar este viaje, te recomendamos sentarte frente a un computador, esto te permitirá vivir la experiencia de una mejor manera.
¡Adelante!
¿Cuál fue el museo que más te gustó? Cuéntanos en los comentarios.
¿Sabías que existe una tradición para que los niños esperen cada año la Navidad? Se trata del calendario de adviento, el cual cuenta con 24 casillas, cada una representa un día del mes de diciembre y en ellas se guarda un detalle que el niño descubre día a día y así puede hacer el conteo regresivo para la Navidad.
Por eso, el espíritu de esta época decembrina ha tocado las puertas de nuestro blog Ude@, otras formas de contarpara revivir esta tradición, no solo en los niños, sino también en cada uno de nuestros lectores. ¿Te animas a descubrir día tras día las sorpresas que el calendario de adviento tiene preparado para ti?
Ana María Zuluaga Gestora de Canales Digitales Ude@ Educación Virtual
No sé si recuerdan la clase de ética y valores que nos enseñaban en el colegio. Para muchos era el relleno de pensum, sus docentes la planteaban de manera muy teórica: ¿qué es la ética?, ¿qué es la moral?, ¿por qué es importante? Enseñar ética no debe limitarse a un prerrequisito decretado y sin profundidad porque es un término altamente contextual, subjetivo y está conceptualizado en medio de ideales, percepciones y conocimientos individuales. En este caso, su contexto es virtual.
La virtualidad y la tecnología nos han dado mucho poder, no solo porque tenemos la capacidad de disfrazarnos detrás de avatares o estar presentes/ausentes por medio del anonimato, sino porque la información que se difunde —con bastante rapidez— parece con licencia libre para replicar, criticar, modificar, juzgar, apropiarse de ella y adecuarla a nuestro antojo.
Si la virtualidad es una realidad adversa constituida en redes a distancia y mediáticas, no podemos concebirla sin premisas de convivencia que adapten las diplomacias y decisiones morales que se pactaron en la comunicación directa y las relaciones interpersonales. ¿Acaso el carácter virtual y el «es que no me ven» hacen que los acuerdos empáticos y morales ya no sean válidos?
En medio de muchos ejemplos de violaciones a la privacidad, atribuciones, malentendidos, etcétera, aparece la ética digital. ¿Qué es esto?
Podemos decir que la ética digital es el código social necesario para solucionar los problemas que se han evidenciado en la interpretación y manejo de Internet; muchos de estos son: el derecho de propiedad intelectual, los ciberataques a la seguridad, los límites a la libertad de expresión, la regulación de las grandes corporaciones, la desconexión digital, la conducta en redes sociales y la privacidad de nuestros datos personales (Ayudaley, 2020).
Lo anterior se refiere a una recopilación de acuerdos sociales necesarios para asegurar la sana convivencia en el espacio virtual. Dichos estamentos, por ahora verbales, se han planteado desde la necesidad de limitar consecuencias derivadas del poder del internet y el manejo de las relaciones, las opiniones y los contenidos que flotan y divagan en la interactividad virtual.
De igual manera, la ética digital involucra el estudio de las repercusiones de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en los escenarios sociales, culturales, políticos y económicos. Dentro de los pactos que más resuenan en la conformación de este nuevo concepto, se mencionan:
Participación: el desarrollo de las capacidades digitales es una parte integral de la educación de cada ciudadano en cualquier lugar del mundo.
Sociedad digital dinámica: los productos y servicios digitales deben seguir desarrollándose y aportando beneficios a la sociedad.
Datos y privacidad: se debe asegurar el respeto a la privacidad de los ciudadanos a través de un manejo responsable seguro y transparente de sus datos.
Ciberseguridad: se debe cooperar para reducir las amenazas cibernéticas y reforzar la seguridad de las personas en el ámbito digital.
Cooperación y diálogo: las partes interesadas de cualquier lugar y sector deben dialogar y colaborar para alcanzar un mayor desarrollo del futuro digital (Ayudaley, 2020).
¿Lo entendiste? A ver qué tan éticos somos en el escenario digital…
¿Cómo te fue? Contemos todos los problemas que vemos en redes sociales por no dimensionar el grado de pequeñas acciones como las anteriores. La pertinencia de la ética digital nace en medio de dinámicas que se vuelven habituales y esenciales para hacer un uso racional de la herramienta, y esta nos hace conscientes de que, aunque la virtualidad está diseñada para sobrepasar límites de espacio-tiempo, nuestro compromiso con este poder es respetar al otro como ser humano que convive dentro de esta red interactiva.
La esperanza es que en algunos años no se siga planteando el concepto, sino que podamos hablar de la ética digital: del código a la acción.
¿Conocías este término? ¿Qué aportes puedes hacer al código de la ética digital para que construyamos una comunidad sana?
¿Alguna vez habías escuchado la palabra infoxicación? ¿A qué suena? ¿Con qué la relacionas? Si lees atentamente tendrás dos pistas: el prefijo ‘info’ trae consigo una relación con el conocimiento, más específicamente con la palabra ‘información’ y, por supuesto, el resto nos habla de ‘intoxicación’. En ese sentido, es posible deducir que la unión de aquellos dos términos refiere a un envenenamiento que sucede como consecuencia del exceso o sobrecarga de información.
¿Por qué se da esto? Vivimos en una realidad que se concibe, en la mayoría de los casos, a partir del uso de Internet y de las herramientas digitales. Seguramente habrás escuchado a tus padres o a cualquier otra persona decir: «la gente vive ‘enchufada’ a los teléfonos», y tienen razón, ahora el mundo lo podemos llevar en el bolsillo; aún así, este mundo “no tiene barreras y despliega nuestros sentidos a una enorme cantidad de información que resulta confusa y difícil de procesar” (Quesada y Trujano, 2015, p. 6). ¿Te has sentido así en algún momento? ¿Has estado angustiado, ansioso o con demasiado sobre el plato respecto a un tema o situación? Es normal, la red está plagada de posibilidades de “realizar documentos propios, intercambiar ideas y hacer uso de espacios colaborativos (…), [pero] no necesariamente representan fuentes confiables de información” (Quesada y Trujano, 2015, p. 4). Lo más problemático: es muy fácil que eso poco confiable se convierta en algo viral y se posicione como una fuente primaria —pero errónea— de información.
Si llevamos este asunto al espacio académico, el panorama para los estudiantes se hace más tormentoso, ¿no? En realidad, no. Si bien es fácil infoxicarse, también es un beneficio para la construcción de conocimiento, siempre y cuando se tengan las precauciones adecuadas y la accesibilidad necesaria. Además, en el contexto de la virtualidad, es una posibilidad para que, como estudiante, tomes el rol de creador de contenidos digitales y aproveches las habilidades de autogestión que brindan estos entornos, independientemente de si eres nativo o migrante digital. Como su nombre lo indica, crear un contenido digital implica la transformación de la información a un formato específico (video, imagen, audio, entre otros), y para que esto no solo sea un plástico más en el mar de Internet, es indispensable buscar que sea conocimiento y no solo una superposición de datos e imágenes que se ven bien. Digamos que en este aspecto los docentes pueden tener ventaja sobre los estudiantes, pues son quienes deben transformar, crear y usualmente tienen la experiencia.
Es por eso que en este texto queremos dar énfasis a tu rol como estudiante, hacerte caer en la cuenta de que puedes ser un partícipe activo de este tipo de procesos. Por esta razón, te vamos a presentar algunas pautas para no tropezar al momento de crear un contenido digital, ya sea que esté dirigido a otros estudiantes o para Internet en general.
Así las cosas, es fundamental:
1. Determinar sobre qué quieres estar informado. Puedes preguntarte: ¿cuál es la información que a mí me interesa? Así podrás empezar un proceso de selección de qué es aquello que te gusta o no, lo que te permitirá construir criterio; también lo puedes hacer dividiendo la información en dos: “información fatal, que es aquella que no te interesa en absoluto porque no tiene nada que ver con los temas que tratas; información interesante, aquella que algún día me puede interesar…” (Cornella, 2000, p. 3). La clave es aprender a reconocer lo que es realmente útil según las líneas críticas que definas. Si te das cuenta, con esto no solo propicias la conformación de tu pensamiento crítico, algo necesario para la creación de contenidos de cualquier tipo, sean académicos o personales. Por tanto, en ese apartado, más que darte herramientas es resaltar que la mentalidad y la intención es igual de necesaria para no generar más infoxicación.
2. Identificar o descartar sitios y fuentes de información. Una vez encuentres aquello que se acomoda a tus gustos, es hora de valerse de las herramientas que los espacios digitales nos ofrecen. En esencia, esto es como realizar una curaduría de información, es decir: filtrar y seleccionar lo que llega a nuestros medios, de esta forma tendrás fuentes confiables que nutrirán adecuadamente lo que crees, evitando al máximo propagar información por el mero hecho de hacerlo. Algunas herramientas útiles para este fin son: lectores de RSS, como Scoop.it, Inoreader, AOLReader, Digg Reader o Selfoss; Google Alerts, para rastrear la información que recibes en tu correo electrónico; los filtros que ofrecen los buscadores (buscar solo imágenes o solo videos); usar Bookmarks para guardar lo que sea de tu interés. Finalmente, para contenidos estrictamente académicos, puedes usar bases de datos como DOAJ, Scielo, Redalyc, Dialnet, por mencionar algunas.
3. Pensar qué hacer con la información. Idealmente, si estás construyendo un contenido y ya has filtrado la información, lo siguiente sería pensar cómo quieres presentarla o qué deseas hacer con ella. Aquí debes decidir el tono de lo que quieres crear, al igual que el formato. En otras palabras, preguntarse: ¿haré esto para una clase, para mis compañeros, para una investigación o para la red? Ten presente que para cada una de esas situaciones hay formatos e intenciones diferentes; por ejemplo, si vas a hacer un texto para tu profesor, debes pensar en una estructura preestablecida y unas fuentes confiables; en cambio, si quieres hacer un post para tus amigos sobre un tema que hace parte de tus pasatiempos, lo ideal también sería una fuente confiable, pero es posible que no sea necesaria una estructura rígida. Algunas herramientas para crear contenidos son: Google Drive, Canva, Genially, Infogram, Evernote, PowToon, entre muchas más.
Este fue un brevísimo recorrido sobre las implicaciones de la infoxicación y lo que puede hacer para evitarla. Esperamos que te sea útil para continuar tus búsquedas y creaciones. No olvides que si bien Internet y los medios pueden ser abrumadores también son nuestros aliados una vez descubrimos cómo usarlos. También queremos que seas consciente de aquello que le revelas al mundo, pues el conocimiento se construye a través de la reflexión, en cambio la información solo son datos.
Y tú, ¿qué otras estrategias utilizas para prevenir la infoxicación? Cuéntanos en los comentarios.
Jennifer Grisales Correctora de estilo Ude@ Educación Virtual
Jugar es divertido y útil, porque nos permite mejorar habilidades como el pensamiento crítico, el pensamiento estratégico, la creatividad, la atención, la memoria y la velocidad de respuesta. Jugando trabajamos en equipo y salimos de la rutina para entrar en mundos paralelos, con reglas distintas a las que nos acogemos con gusto. Jugando reímos, nos retamos, olvidamos el reloj. Estas cualidades han hecho que las estrategias de gamificación, que buscan incorporar elementos propios del juego a otros contextos, se hayan popularizado en los últimos años.
En esta ocasión, queremos invitarte, a través de un juego, a conocer algunos consejos sobre el uso de la gamificación en las experiencias educativas, sus beneficios y buenas prácticas.