Aprendizaje invertido: otras formas de enseñar y aprender

El aprendizaje invertido es un enfoque pedagógico que posibilita trascender del modelo tradicional de enseñanza. Dicho enfoque hace uso de entornos virtuales, en los cuales el docente dispone de una serie de recursos para abordar la enseñanza de los contenidos. Uno de los recursos más utilizados es la videoclase, pues permite que los estudiantes puedan escuchar y observar al docente mientras explica una temática, así como demostraciones y procedimientos específicos. Por tanto, este recurso resulta valioso para los estudiantes, quienes podrán revisarlo en el espacio temporal que deseen y las veces que lo consideren necesario para su aprendizaje. Adicionalmente, es importante que los docentes dispongan las indicaciones o instrucciones -por fuera del aula- en relación con las actividades/prácticas/ejercicios que los estudiantes deben llevar a cabo. Por ende, se espera que los estudiantes hagan la revisión de contenidos e indicaciones de manera previa al encuentro sincrónico.

Entonces, ¿qué se hace en la clase? 

Es importante resaltar que el aprendizaje invertido adquiere significado después de que los participantes han estudiado de forma autónoma. Así, en clase, el tiempo se utilizará para llevar a cabo experiencias de aprendizaje significativas; esto implica que se generen espacios de diálogo y construcción cooperativa a través de las preguntas y reflexiones que suscitó el material de estudio. De esta forma, se crea un espacio de participación que posibilita un aprendizaje activo, en donde se irán tejiendo y construyendo interacciones, reflexiones y debates entre el/la docente y los estudiantes, en torno a la profundización de los contenidos. 

En este sentido, este enfoque hace posible que los estudiantes se sientan más motivados para aprender de los contenidos, así como partícipes de su propio aprendizaje; además, es una oportunidad para gestar proyectos e investigaciones en equipo, promoviendo el trabajo cooperativo y la retroalimentación grupal. Lo anterior indica, que los encuentros sincrónicos serán espacios para acompañar a los estudiantes. 

Por último, el aprendizaje invertido favorece la transformación de la enseñanza tradicional basada en la representación del docente como erudito, y habilita a todos como sujetos de conocimiento, tal y como lo plantean Hamdam et al. (2013), citado en Observatorio de Innovación Educativa (2014), el “alumno y [el] profesor trabajan juntos para evaluar y lograr un aprendizaje significativo” (p.4). Al respecto, la siguiente imagen nos ilustra acerca de la diferencia entre aula invertida y aprendizaje invertido

A continuación, te compartimos unos ejemplos de la implementación del aprendizaje invertido en el curso Gestión de Telecomunicaciones II, a cargo del profesor Luis Alejandro Fletscher de la Facultad de Ingeniería, en el marco del acompañamiento que realiza Ude@ en la construcción de entornos virtuales para la formación en pregrado.

Referencia 

Observatorio de Innovación Educativa. (2014). EduTrends: Aprendizaje invertido. Tecnológico de Monterrey. https://eduteka.icesi.edu.co/pdfdir/edutrends-aprendizaje-invertido.pdf 

Fletscher, L.A. (2023). Gestión de telecomunicaciones II [AVA/Moodle]. Universidad de Antioquia.  https://udearroba.udea.edu.co/internos/course/view.php?id=13256 

Juliana Arias Suárez

Asesora pedagógica

Ude@ Educación Virtual

¿Qué es la tecnología sostenible?

En los últimos años, la palabra sostenibilidad ha estado resonando en diferentes campos de la innovación, pero… ¿has escuchado hablar de tecnología sostenible?

Pues bien, este término hace referencia a las tecnologías que buscan hacer mejor uso de los recursos naturales, con la intención de generar un menor impacto durante la vida útil de los aparatos o dispositivos tecnológicos, ya que propone utilizar métodos innovadores para la creación de productos respetuosos con el medio ambiente, desde el momento de la extracción de la materia prima hasta la respectiva disposición final.

Entre las tecnologías sostenibles más destacadas se pueden encontrar la realidad virtual (RV), el Big Data, la inteligencia artificial (IA), el cloud computing, las células solares, entre otras soluciones que buscan cambiar la inversión en la infraestructura física por métodos de compartimiento virtual enmarcados en el desarrollo sostenible.

Es importante aclarar que la implementación de este tipo de tecnologías surge del reconocimiento del detrimento constante de los recursos naturales y el aumento notorio de la contaminación debido al uso abundante de fuentes no renovables. Si bien en la actualidad no existe una norma estandarizada sobre la implementación o desarrollo de las tecnologías sostenibles, con el tiempo se han logrado definir algunas características y funciones que se deben cumplir:

Entre los beneficios de la tecnología sostenible se puede mencionar que disminuye los efectos del calentamiento global por reducción de emisiones de CO2, se preservan los recursos vitales como el agua y la electricidad, y se generan menores costos de mantenimiento, lo que reduce los costos operativos y generales a largo plazo. 

Finalmente, en cuanto a los desafíos que supone, se encuentran el alto costo en la inversión para la implementación inicial, y teniendo en cuenta que en la mayoría de los países no se han concretado las políticas para los sistemas basados en este tipo de tecnologías, tomarán más tiempo en ser adaptadas tanto para las grandes empresas como para los consumidores. 

Y tú, ¿qué tipo de tecnologías sostenibles conoces o has usado? Déjanos tu respuesta en los comentarios.

Yesenia Restrepo Herrera
Estudiante de Comunicación Audiovisual y Multimedial

Filtro burbuja: ¿internet decide por nosotros?

¿Alguna vez estuviste conversando con alguien sobre algún tema que te interesaba y luego te empezó a aparecer información, publicaciones y publicidad al respecto en las redes sociales y páginas de internet? 

Pareciera que la respuesta a esta pregunta es que te están espiando y, aunque de cierto modo puede ser verdad, la realidad es que casi todo el tiempo somos nosotros los que decidimos qué tipo de información nos aparece y qué tipo de contenidos nunca se nos muestra. 

Los algoritmos de las redes sociales, plataformas y medios digitales que consumimos usualmente generan unos filtros, los cuales están relacionados con nuestros gustos personales. Las páginas a las que accedemos analizan el tiempo que pasamos revisando algunas publicaciones, el número de clics que damos a determinados contenidos y las interacciones con cierto tipo de información, a partir de lo cual se crea una burbuja de información, es decir, un filtro burbuja. 

Así es como tenemos acceso a contenidos relacionados con los temas que nos llaman la atención. Por eso, el tipo de contenidos e información que le aparece a una persona no es el mismo que le puede aparecer a otra porque las líneas de interés son muy variadas (deportes, música, marketing, maquillaje, tecnología, recetas, política y todo lo que se te ocurra).

Como puedes ver, el panorama de esta situación no es del todo negativo, y no es que nos estén espiando, somos nosotros mismos quienes al final elegimos lo que queremos ver en internet. ¿Cuál es tu punto de vista sobre este tema? Cuéntanos en los comentarios.

Ana María Zuluaga Aristizábal
Gestora de canales digitales

Ude@ Educación Virtual

Referencias bibliográficas

Pariser, E. (2017). El filtro burbuja: Cómo la web decide lo que leemos y lo que pensamos. Taurus.

Sobre la escritura académica:  consejos de una correctora de estilo

¿Te has enfrentado a la escritura de textos académicos? O, ¿conoces algunos de los aspectos básicos para hacerlo? Sabemos que, como miembros de la comunidad académica, nuestros artículos, trabajos y productos de creación deben satisfacer ciertos estándares de calidad, tales como el correcto uso del lenguaje, la presentación coherente de la información, entre otros. Pongamos como ejemplo a los estudiantes, a quienes se les exige el empleo de fuentes confiables de información y el utilizar adecuadamente las normas de estilo y citación. 

Este último requerimiento es uno de los más importantes. Existen diversos manuales de estilo (también de citas y referencias), tales como APA, Vancouver, Chicago, IEEE, etc., utilizados en el ámbito académico para la escritura y presentación de textos. El uso de estos es fundamental ya que establece “guías editoriales de publicación de acuerdo a determinadas disciplinas (…) [y aseguran] una presentación clara y consistente del material escrito” (Vázquez, 2017, párr. 2-3); además, determinan el formato para las referencias, las citas, las tablas, las gráficas, los encabezados, la redacción, entre otros. 

Sin embargo, más allá de elaborar un texto que posea un tipo de letra específico o emplee negrita en los títulos, las normas de estilo permiten que se utilice correctamente la información. Es inevitable incluir las voces de otros autores en nuestros trabajos, sea para consolidar nuestros argumentos, presentar un marco teórico, ejemplificar, entre otros. En cualquier caso, es indispensable citar adecuadamente a los autores si deseamos hacer un uso ético de las fuentes y no incurrir en plagio. 

A continuación, te ofrecemos algunos consejos que podrás tener en cuenta para la escritura de tus textos:

  • Desde el comienzo, selecciona el tono con el cual te dirigirás a tus lectores, sea formal, informal o impersonal. Si te fijas, en este texto hemos utilizado el tuteo para hablarte, así mismo usamos un tono informal y cercano. 
  • Recuerda que, dependiendo del área del conocimiento en la que trabajes, hay una norma de estilo preferencial. Por ejemplo, en humanidades es común utilizar las normas APA, en cambio, en el área de la salud se suele usar Vancouver.
  • Siempre debes tener presente la forma correcta de citar y referenciar, de acuerdo con la norma que uses, para evitar incurrir en plagio. Incluso el autoplagio puede suceder, si vuelves a dar información que ya hayas presentado en un texto ya publicado.
  • Te sugerimos realizar fichas bibliográficas de las fuentes que vayas a utilizar, así no olvidarás la información necesaria para realizar la referencia bibliográfica. 
  • Te recomendamos que, en lo posible, utilices las fuentes primarias de la información y no tomes la información de una página de Internet.

Además de lo anterior, desde Ude@ hemos planeado una serie de sugerencias, tips y actividades sobre las normas de citación, los derechos de autor y las fuentes confiables de información. Podrás encontrar diferentes publicaciones en nuestras redes sociales, donde explicamos los aspectos básicos y fundamentales de las normas de estilo más utilizadas, así como recomendaciones de bases de datos e imágenes, sugerencias de nuestro equipo de correctores, etc. 

Además, si desear profundizar en el tema de fuentes académicas de información, queremos recomendarte nuestro artículo Ocho motores de búsqueda académicos o de investigación. 

Cuéntanos, ¿ya conocías estas bases de la escritura académica o tienes algún otro consejo que puedas compartir con nosotros?

Mariana Rodríguez
Correctora de estilo
Ude@ Educación Virtual

Referencias bibliográficas

Vázquez Travieso, R. L. (13 de marzo de 2017). El manual de estilo y su función. Centro para la Excelencia Académica. https://cea.uprrp.edu/el-manual-de-estilo-y-su-funcion/ 

Salud mental en tiempos de evolución tecnológica

Según la Organización Mundial de la Salud (2004), la salud mental es un estado de bienestar en el cual el individuo “realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad”. Es, además, junto con la salud física y social, el pilar del bienestar en los seres humanos.  

A propósito de su importancia, mucho se ha teorizado y opinado sobre la influencia de la salud mental en un mundo en el que casi todas las interacciones se dan por medio de pantallas, y, si bien los estudios son poco concluyentes, es necesario fomentar un uso saludable de las mismas; que sigan siendo una ventana al mundo por la cual interactuar, adquirir nuevos conocimientos, acercarnos a lo que nos gusta y a quienes queremos. 

El internet de las cosas, la inteligencia artificial y el blockchain son algunos de los conceptos que nos anuncian que estamos en medio de la cuarta Revolución Industrial, la cual es consecuencia de una combinación de diversos sistemas de información y tecnologías, y no de una sola como ocurrió en las revoluciones anteriores. Este proceso acelerado rompe con todos los paradigmas conocidos y representa un momento transformador en la historia de la civilización. Cada vez, tendremos acceso a más información en nuestra vida diaria, a más dispositivos y mayor interacción en la virtualidad. 

Por otro lado, de esta relación entre tecnología y salud mental se derivan tensiones. Y es que cuando el hogar se convierte, además del espacio donde vivimos y compartimos en familia, en el lugar de trabajo; cuando los dispositivos tecnológicos son el medio por el cual se realizan las transacciones comerciales, trámites bancarios y de servicios de salud; cuando no tenemos la formación suficiente para manejar múltiples equipos y plataformas o no sabemos gestionarlas, podemos caer en un estado de tecnoestrés, un tipo de estrés específico relacionado, justamente, con la ausencia de habilidades para usar las nuevas tecnologías de forma saludable, que puede derivar en tecnoansiedad, tecnofatiga y tecnoadicción, según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. 

De esta manera, la promoción de la salud mental y el autocuidado como estrategias que posibilitan el goce de entornos y ambientes saludables se extiende al uso continuo de los dispositivos tecnológicos. A pesar de que el trabajo y la educación en casa nos han permitido seguir aprendiendo y siendo productivos incluso en la distancia, muchos han perdido los límites entre el horario de trabajo y su espacio íntimo, se han encontrado en aprietos a raíz de no tener competencias digitales, han visto disminuida su creatividad, se han resistido a utilizar las tecnologías, se han saturado de información, entre otras consecuencias. 

¿Cuál es el lugar del uso de las nuevas tecnologías en la salud mental?¿Cómo enseñar, aprender, producir e intercambiar conocimientos de modo que no nos despojemos de lo que nos hace humanos, que no nos ahoguemos en el océano de información que es la internet?  

A continuación, te compartimos algunos tips para evitar este tipo de estrés derivado del uso de las tecnologías:  

  • Busca formación: si es necesario, si sientes que no tienes los conocimientos o habilidades suficientes para manejar algunas tecnologías,  puedes buscar ayuda o inscribirte a un espacio de formación. Así, mejorarás tu confianza en el uso diario de dispositivos y plataformas. 
  • Planea tu jornada: proyecta tus tareas del día sin sobrecargarte, haz uso de recordatorios, agendas, posticks, tableros, apps, etc. 
  • Desconéctate para conectar con tus sentidos: luego de tu jornada laboral o los fines de semana deja a un lado el computador o el teléfono, procura disfrutar de tus hobbies, relaciones familiares y personales.  
  • Practica técnicas de relajación y autocontrol: los ejercicios de respiración, meditación y  actividad física te ayudarán a superar la angustia que te generan las tecnologías, y te darán más control sobre tus emociones.  

Luisa Fernanda Gómez
Correctora de estilo

Ude@ Educación Virtual

Referencias bibliográficas 

Organización Mundial de la Salud. (2018). Salud mental: fortalecer nuestra respuesta. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response#:~:text=La%20salud%20mental%20es%20un%20estado%20de%20bienestar%20en%20el,de%20contribuir%20a%20su%20comunidad.

Salanova, M., Llorens, S., Cifre, E. y Nogareda, C. (2007). El tecnoestrés: concepto, medida e intervención psicosocial. Nota Técnica de Prevención, 730, 21ª Serie. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo

Algunas formas de darle vida a los datos

Si buscamos en el diccionario hay varias definiciones de datos. La que más se acerca a lo que nos interesa abordar en este texto es la que se da desde el campo de la informática: información dispuesta de manera adecuada para su tratamiento por una computadora.

Podríamos decir que los datos son como los átomos en el universo: ¡están en todas partes! Incluso —muchas veces sin darnos cuenta— estamos dejando datos a nuestro paso, los cuales son recolectados por diferentes plataformas, dispositivos y servidores. Cuando hacemos un viaje en transporte público usando nuestra tarjeta personalizada, generamos datos. Asimismo cuando decidimos hacer clic en la pauta que nos aparece en Instagram, esa que nos muestra lo que hacía tanto estabámos buscando. 

¿Quiénes generan esos datos? 

Todas las entidades gubernamentales y no gubernamentales, las instituciones educativas, los colectivos y las empresas producen datos que dan cuenta de la transparencia de sus gestiones, de las formas en las que están haciendo lo que sea que hagan y de su impacto en el mundo. Todo esto genera un conocimiento que muchas veces es subutilizado y que tiene en su interior formas muy potentes de explicar cosas que suceden en diversas áreas. 

¿Qué debemos hacer para sacar provecho de toda esa información disponible y crear historias con nuestros datos? 

Lo primero es tener una selección de datos; luego, un propósito claro de lo que queremos contar sobre esos datos; después, buscar el medio y la forma correcta de representarlos visualmente. 

Seguramente, al inicio de la pandemia por covid-19 viste los gráficos que aparecen en esta publicación del Washington Post. Pues bien, este es un excelente ejemplo de cómo los datos pueden contar historias. Si el periódico hubiese decidido publicar una tabla con las cifras de contagios, no habría sido tan comprensible para todos. 

Y como se aprende más viendo que consumiendo información textual, a continuación encontrarás algunas ideas sobre cómo se pueden presentar datos de formas variadas, así como herramientas que puedes usar para hacer visualizaciones de tus conjuntos de datos. Las aplicaciones pedagógicas que tienen son infinitas. Cuéntanos en los comentarios cómo puedes usar estas herramientas en el aula. 

Las posibles aplicaciones de herramientas de visualización de datos en ámbitos pedagógicos son tan infinitas como la imaginación de los docentes. A continuación dejamos un par de ideas: 

  • Se pueden usar mapas con información para contextualizar gráfica y sociopolíticamente hechos históricos. 
  • Puede hacerse reconocimiento y caracterización de grupos de estudio según características y cifras oficiales dadas por los gobiernos. 
  • En el ámbito de las ciencias naturales también permite hacer clasificaciones taxonómicas según inventarios de organizaciones públicas. Incluso, después podría mapearse el lugar y el predominio de especies según cada zona. 
  • Permite visualizar información recogida para trabajos de investigación y con esta mejorar el análisis, pues el sentido de la vista ofrece una mejor dimensión de la proporcionalidad. 

Laura Cristina García
Guionista – Ude@ Educación Virtual

¿Conectados pero solos? No en esta navidad

Si partimos del hecho de que la familia es la institución más determinante para los individuos y para la construcción de sociedad, podemos pensar que la incorporación de las tecnologías a las dinámicas familiares no es una excepción. Un par de años atrás, y sin tener ni una pista de la venidera crisis pandémica para ese momento, algunos estudios se propusieron poner en evidencia el impacto del uso de las tecnologías en las familias, acotando algunos hechos que señalan implicaciones positivas y negativas en las relaciones familiares. Ahora bien, ¿consideras que las TIC han llegado a tu vida para aportar a la dinámica familiar, o su incorporación va en detrimento de su estructura?

Tales estudios indican algunos de los mayores beneficios a la hora de traer prácticas tecnológicas a casa. La comunicación a distancia con familiares o amigos que se encuentran lejos ha permitido, desde diferentes medios, acercar a las personas en tiempo real. Las redes sociales cumplen un rol importante en este escenario donde la mensajería instantánea nos llena de sentimientos y sensaciones de cercanía y tranquilidad. Asimismo, la promoción de la diversión y el entretenimiento se encuentra en la lista de dichos beneficios. Los típicos juegos de mesa se trasladaron a la pantalla y “Quién quiere ser millonario”, “Bingo”, “La rueda de la fortuna” y muchos más comenzaron a amenizar los fines de semana, incluso antes de la pandemia. Muy relacionado a lo anterior, el consumo de series, películas, e incluso de libros digitales y audiolibros, también ha ofrecido a las familias una oportunidad de tiempos para relacionarse en espacios mediados por las tecnologías. Y por supuesto, el manejo y gestión del grupo familiar se ve favorecido por la optimización del tiempo que el apropiado uso de las tecnologías puede traer a las personas. 

La navidad, época que suele girar alrededor de la búsqueda de espacios familiares, trae consigo una mayor incorporación de herramientas tecnológicas que permitan dinámicas propias de las festividades. No obstante, cabe plantearse la pregunta de cómo queremos que las tecnologías impacten nuestro diciembre para recibir la navidad “conectados pero acompañados”.

Diana Cristina Oviedo
Asesora pedagógica

Ude@ Educación Virtual

Flexibilidad curricular vs. acceso tecnológico

Se cree que quien hace parte de la educación superior tiene todos los implementos tecnológicos y las habilidades para un uso apropiado de estos, porque la época actual lo hace posible. Sin embargo, todo proceso —así como toda persona— tiene sus particularidades, por eso es preferible no generalizar cuando se trata de acceso tecnológico. 

Las universidades tienen en la actualidad una tendencia hacia los cursos virtuales que posibilitan mayor cobertura educativa desde el acceso remoto, es aquí cuando entra en juego la flexibilidad curricular, con la cual es posible conseguir los objetivos académicos organizando oportunidades de aprendizaje de acuerdo con los contextos sociales, la factibilidad de acceso tecnológico y los estilos de aprendizaje de los estudiantes.

A partir de esto la diversidad social se entreteje con las metodologías de enseñanza, y aunque mucho se habla de lo complejo de la enseñanza cuando se particulariza la evaluación, este es un ideal educativo. Entonces, es importante centrar la atención en la accesibilidad a la información mediada por plataformas tecnológicas. ¿Qué hacer cuando la enseñanza remota posibilita llegar a la ciudad y a la subregión pero el estudiante se matricula y no tiene la conectividad apropiada? ¿Cómo aprovechar herramientas alternas para evidenciar la formación y establecer comunicación activa durante la construcción de aprendizaje? Aquí se dejan algunas posibilidades:

Seguramente pasan por tu mente experiencias y estrategias usadas para conseguir la meta académica desde acciones de flexibilidad en el currículo, ¿te gustaría contarnos algunas en los comentarios?

Angela Maria Arboleda
Asesora pedagógica

Ude@ Educación Virtual

Experiencias docentes: ¿cómo usar las TIC para crear contenido educativo?

Es innegable, la explosión mediática ha desencadenado la cuarta revolución industrial; esta ha transformado en gran medida la manera como veníamos haciendo las cosas, incluyendo nuestras formas de enseñar y aprender. Por eso, en tiempos donde la atención se ha convertido en un tesoro, y los contenidos son cada vez más cortos, muchos docentes se ven enfrentados al reto de llegar a sus estudiantes con estrategias formativas que, más allá de cumplir con la tarea de transmitir información, logran hacer del proceso de enseñanza una experiencia entretenida para sus participantes.

Pero ¿cómo usan los profes las TIC para crear contenidos de carácter educativo? Consultamos la opinión de varios docentes frente a este interrogante, escuchemos sus respuestas:

¿Crees que los docentes deberían utilizar las TIC para la creación de contenidos? ¿Por qué? Déjanos tu respuesta en los comentarios.

Sebastián Ramírez Vásquez
Guionista

Ude@ Educación Virtual

Nuestra vida entre lo online y lo offline

Vivimos en un mundo interconectado donde cada aspecto de nuestras vidas es monitoreado por los distintos dispositivos que usamos, las aplicaciones y las redes sociales que consumimos. 

El estado en línea gana terreno y esto se debe, en parte, a la evolución misma de la tecnología, a la migración de lo laboral, lo educativo y lo social a plataformas digitales y a los desarrollos de las grandes compañías que diseñan algoritmos que analizan y traducen nuestros comportamientos en productos, servicios y contenidos que nos mantienen ‘pegados a las pantallas’.

En los mundos offline y online se nos ha considerado, de cierta forma, datos: al inicio tal vez no eran tan específicos y se recolectaban en periodos más amplios (encuestas demográficas, evaluaciones para estudios e investigaciones y bases de datos análogas), ahora se recolectan en tiempo real.

En consonancia con lo anterior, Paola Hincapié, docente universitaria y directora de contenidos de la Agencia El Grifo, en su nuevo espacio Paoh, (https://paohblog.com/ – @paohblog), analiza esa relación de la humanidad con las redes sociales y los dispositivos móviles. 

Comprendo, luego decido

Hoy en día también se habla de la importancia de la desconexión y de ‘tomar una pausa’ del mundo online. No se pretende juzgar o simplemente criticar las redes sociales, sino promover una conversación y una reflexión a partir de la comprensión del funcionamiento de sus algoritmos, como lo sugiere Hincapié. Esto plantea, además, una mirada a contrastar lo offline y lo online: la inmersión que todos tenemos en un poco de ambos.  

En tiempos de pandemia, la virtualidad cobró relevancia y el distanciamiento social también ha sido clave. Por ello las conexiones sociales y laborales migraron a las pantallas, pero no pueden quedarse exclusivamente en ellas. 

Mucho se ha dicho de la necesidad de «reconectarnos con el mundo offline», dada la hiperconectividad a la que estamos expuestos en los espacios online; también se habla de promover una revolución en el uso del tiempo como lo expresan Carl Honoré (Elogio a la lentitud) y Byung-Chul Han (Sociedad del cansancio) a manera de contramedida frente al avance de la productividad desmedida y de la difuminación de las barreras entre las esferas laboral y personal.

Por este motivo, se fortalecen en el mundo movimientos como el Movimiento Slow propuesto por Carl Honoré* en su libro Elogio de la lentitud, incluso se instalan aplicaciones o se activan funciones propias de los teléfonos inteligentes (bienestar digital) que promueven pausas: tomar un descanso de las pantallas y reencontrarnos en la desconexión; refrendar los límites entre el tiempo laboral y el tiempo personal, familiar y social; y revivir conversaciones e interacciones no mediadas por el celular. 

En otras palabras, la búsqueda de un equilibrio entre online y offline y, por supuesto, la posibilidad de decidir la relación que tenemos con los algoritmos.  

¿Lo has intentado? Prueba establecer horarios o tiempos de desconexión y evalúa cómo te sientes y si funcionan para ti. 

María Fernanda Monsalve 
Guionista
Ude@ Educación Virtual

Referencias bibliográficas

* Carl Honoré, portavoz de este movimiento, propone «ralentizar la vida y reducir las cargas mentales, académicas o laborales para disponer de más tiempo de calidad». BBVA y El País. (2020). Aprendamos Juntos. El País. https://aprendemosjuntos.elpais.com/especial/estamos-corriendo-por-la-vida-en-vez-de-vivirla-carl-honore/