Los barrios son fuentes de historias traducidas en ritmos, sabores, lugares, personas y acontecimientos; son centros para el encuentro, el intercambio de experiencias y la construcción de memorias que dan cuenta de escenarios únicos que reflejan los rasgos más profundos de nuestra identidad; son espacios orgánicos en donde se construyen vínculos entre individuos y una representación a pequeña escala de lo que como organismo puede ser la sociedad. Pero ¿cómo se narran los barrios? ¿De qué manera elevan su voz?
En este artículo conoceremos algunas experiencias en las que implementaron las TIC como plataformas para la construcción y visibilización de narrativas comunitarias, y cómo estas sirvieron como apoyo para las comunidades en sus búsquedas por contar sus territorios.
¿Cúal fue tu experiencia favorita? Cuéntanos en los comentarios.
En la educación superior, las asignaturas suelen tener lugar de manera independiente, aisladas unas de otras. Durante la educación remota en línea, las docentes de primer semestre de la Facultad de Enfermería articulamos el trabajo en las asignaturas para fomentar la transdisciplinariedad y asegurar la calidad de las oportunidades de formación profesional de enfermeras en la emergencia. La integración fue más allá de contenidos, llegando hasta la evaluación, para lograr así fomentar competencias indispensables para el estudio y la profesión.
La asignatura Cultura y Lenguaje asumió la orientación conceptual, estratégica y formal en la comprensión y producción de los textos orales, escritos y multimodales en las demás asignaturas. De esta manera, se pudo usar con eficiencia el tiempo de estudio en la emergencia y se evitó el exceso de actividades en un ambiente nuevo de enseñanza y aprendizaje. En esta también se crearon los espacios para la publicación y visualización de los trabajos realizados por las estudiantes y los estudiantes en todas las asignaturas con estrategias instruccionales para favorecer la interacción. Asimismo, el proyecto final consistió en el desarrollo de la propuesta de una revista de estudiantes para estudiantes con los trabajos realizados en otros cursos.
Docentes y estudiantes Facultad de Enfermería Universidad de Antioquia
Vivimos en un mundo interconectado donde cada aspecto de nuestras vidas es monitoreado por los distintos dispositivos que usamos, las aplicaciones y las redes sociales que consumimos.
El estado en línea gana terreno y esto se debe, en parte, a la evolución misma de la tecnología, a la migración de lo laboral, lo educativo y lo social a plataformas digitales y a los desarrollos de las grandes compañías que diseñan algoritmos que analizan y traducen nuestros comportamientos en productos, servicios y contenidos que nos mantienen ‘pegados a las pantallas’.
En los mundos offline y online se nos ha considerado, de cierta forma, datos: al inicio tal vez no eran tan específicos y se recolectaban en periodos más amplios (encuestas demográficas, evaluaciones para estudios e investigaciones y bases de datos análogas), ahora se recolectan en tiempo real.
En consonancia con lo anterior, Paola Hincapié, docente universitaria y directora de contenidos de la Agencia El Grifo, en su nuevo espacio Paoh, (https://paohblog.com/ – @paohblog), analiza esa relación de la humanidad con las redes sociales y los dispositivos móviles.
Comprendo, luego decido
Hoy en día también se habla de la importancia de la desconexión y de ‘tomar una pausa’ del mundo online. No se pretende juzgar o simplemente criticar las redes sociales, sino promover una conversación y una reflexión a partir de la comprensión del funcionamiento de sus algoritmos, como lo sugiere Hincapié. Esto plantea, además, una mirada a contrastar lo offline y lo online: la inmersión que todos tenemos en un poco de ambos.
En tiempos de pandemia, la virtualidad cobró relevancia y el distanciamiento social también ha sido clave. Por ello las conexiones sociales y laborales migraron a las pantallas, pero no pueden quedarse exclusivamente en ellas.
Mucho se ha dicho de la necesidad de «reconectarnos con el mundo offline», dada la hiperconectividad a la que estamos expuestos en los espacios online; también se habla de promover una revolución en el uso del tiempo como lo expresan Carl Honoré (Elogio a la lentitud) y Byung-Chul Han (Sociedad del cansancio) a manera de contramedida frente al avance de la productividad desmedida y de la difuminación de las barreras entre las esferas laboral y personal.
Por este motivo, se fortalecen en el mundo movimientos como el Movimiento Slow propuesto por Carl Honoré* en su libro Elogio de la lentitud, incluso se instalan aplicaciones o se activan funciones propias de los teléfonos inteligentes (bienestar digital) que promueven pausas: tomar un descanso de las pantallas y reencontrarnos en la desconexión; refrendar los límites entre el tiempo laboral y el tiempo personal, familiar y social; y revivir conversaciones e interacciones no mediadas por el celular.
En otras palabras, la búsqueda de un equilibrio entre online y offline y, por supuesto, la posibilidad de decidir la relación que tenemos con los algoritmos.
¿Lo has intentado? Prueba establecer horarios o tiempos de desconexión y evalúa cómo te sientes y si funcionan para ti.
María Fernanda Monsalve Guionista Ude@ Educación Virtual
Natalia Zuluaga Salazar, creadora del proyecto de promoción de lectura A Lomo de Libro (@alomodelibro), nos da en esta entrevista una mirada sobre los clubes de lectura como espacios que facilitan el encuentro, la interacción y la creatividad.
En diálogo con Ude@, Natalia nos cuenta su historia: cómo llegó al mundo editorial y a la literatura, cómo creó A Lomo de Libro y cómo inició con el club de lectura. Además, nos comparte las vivencias y los aprendizajes obtenidos luego de cuatro clubes programados en 2021, en los cuales enfocó las conversaciones en libros escritos por mujeres: Claus y Lucas, de Agota Kristof (Hungría); El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, de Tatiana Țîbuleac (Moldavia); Esta herida llena de peces, de Lorena Salazar Masso (Colombia); y Sofoco, de Laura Ortiz Gómez (Colombia).
María Fernanda Monsalve Guionista Ude@ Educación Virtual
Siendo uno de los centros de comunicaciones más importantes del mundo gamer, y con cerca de 250 millones de usuarios, Discord se ha ganado un lugar en el corazón de muchas comunidades a nivel global. La plataforma desarrollada por Jason Citron ofrece funciones que llevan las dinámicas de los chats y grupos de gestión a otro nivel, brindando a sus usuarios la posibilidad de chatear, crear salas de reuniones, asignar roles a los participantes, realizar transmisiones en vivo, e incluso introducir bots que pueden servir de moderadores para ocasiones específicas. Es así como en tiempos donde cada vez más empresas apuestan por la estrategia del teletrabajo, Discord se presenta como la alternativa para dar orden a metodologías de trabajo que permiten a los equipos sostener un flujo de comunicación organizado y gratuito.
En este artículo realizaremos un recorrido por algunas ventajas que Discord nos ofrece al momento de querer crear un entorno de trabajo virtual:
Este ha sido nuestro recorrido por algunas de las funciones más útiles de Discord como plataforma de gestión de equipos de trabajo, esperamos que haya sido de utilidad y te animes a tener una buena experiencia con esta gran aplicación.
Si te interesa conocer un poco más de Discord, o descargarla, puedes ingresar en su página oficial.
Mientras el trompo, las caucheras y los juegos de escondidas libraban su batalla por permanecer vigentes ante la renovación generacional de los años 2000, niños con disquetes y CD corrían por la cuadra tocando la puerta de sus amigos para conectar el cable del teléfono al computador. El propósito: abrir un portal con destino a un mundo de chats con zumbidos, descargas en Ares, y foros con trucos de videojuegos que apenas dejaban vislumbrar lo que estaba por venir. De a poco, la vida de cuadra compuesta de partidos los domingos, cometas en agosto y globos en diciembre, comenzaba a girar en torno a la adrenalina que producía perder una descarga de un día entero por la entrada de una llamada telefónica. Hoy, varios años después y superadas tantas llamadas desafortunadas, podemos afirmar que aquella época representa para muchos de nosotros el punto de partida para sentir el mundo más expandido, más global, más libre y colectivo.
En este artículo exploraremos una serie de acontecimientos y prácticas que, con la llegada de internet, se transformaron para regalarnos nuevas formas de habitar el mundo.
1.El intercambio de música. Para quienes somos nostálgicos, debe ser emocionante recordar aquellas épocas en que los nuevos ritmos llegaban vestidos de trueque; no es un secreto que durante años el intercambio de casetes y CD fue el medio para variar la rutina sonora de nuestros días. Sin embargo, con la llegada del internet nuestras arcas musicales se multiplicaron a niveles que jamás imaginamos para permitirnos explorar música y melodías de casi cualquier rincón del mundo, así abrimos puertas hacia la construcción de nuevas formas de sensibilidad.
2.La manera de informarnos sobre nuestro entorno. Durante siglos, tanto la información como el conocimiento fueron poderes y privilegios que circulaban en una sola dirección, pocos emisores, muchos receptores; esto no solo limitaba nuestra perspectiva sobre lo que acontecía a nuestro alrededor, sino que además nos dificultaba tremendamente contrastar nuestras fuentes de información.
Con la llegada de internet las cosas tomaron un rumbo diferente. Si bien todavía hay comunidades a las que no llega este tipo de servicio, el paso de los años ha hecho cada vez más evidente el cambio en la manera de informarnos, desencadenando un fenómeno en el que la heterogeneidad de discursos ha permitido que la balanza entre emisores y receptores se nivele, permitiéndonos incluso convertirnos en fuentes reales de información sobre acontecimientos que ocurren cerca a nosotros.
3.Lo que elegimos para forjar nuestra identidad. Han sido muchas las personas que a lo largo de su vida no se han sentido identificadas con el entorno que les rodea, desde la música hasta formas de vestir, amar y pensar. Quizá sea este el punto más importante de este artículo, ya que gracias a la aparición del ciberespacio muchas ventanas se abrieron ante nosotros como la posibilidad de conocer y conectar con comunidades y herramientas que han sido vitales a la hora de desdibujar imaginarios y reducir brechas de intolerancia ante lo diferente.
Internet nos dio acceso a formas alternativas de conocimiento, y nos brindó la facilidad de conectar con hábitos y costumbres a los que décadas atrás no hubiéramos podido acceder debido a limitantes geográficas, culturales o económicas; convirtiéndose en nuestra herramienta principal a la hora de adquirir nuevas habilidades o encontrar filosofías de vida acordes con nuestras más profundas convicciones.
Gracias a la web descubrimos la existencia de muchos mundos dentro de este mundo, y recibimos con alegría el regalo de poder acercarnos a ellos con tan solo un clic.
Si algo nos ha dejado claro este artículo es lo mucho que ha cambiado el mundo gracias a internet. Ahora cuéntanos, ¿qué otras cosas de tu vida ha transformado el internet?
Jugar es divertido y útil, porque nos permite mejorar habilidades como el pensamiento crítico, el pensamiento estratégico, la creatividad, la atención, la memoria y la velocidad de respuesta. Jugando trabajamos en equipo y salimos de la rutina para entrar en mundos paralelos, con reglas distintas a las que nos acogemos con gusto. Jugando reímos, nos retamos, olvidamos el reloj. Estas cualidades han hecho que las estrategias de gamificación, que buscan incorporar elementos propios del juego a otros contextos, se hayan popularizado en los últimos años.
En esta ocasión, queremos invitarte, a través de un juego, a conocer algunos consejos sobre el uso de la gamificación en las experiencias educativas, sus beneficios y buenas prácticas.
¡Piénsalo bien! Antes de inscribirte en un curso virtual abierto, pregúntate si se adapta a tus necesidades y si tienes el tiempo para realizarlo. Conoce más sobre la historia de Carlos aquí.
¡Piénsalo bien! Antes de matricularte en un curso virtual abierto pregúntate: ¿Es un tema que me interesa? ¿Tengo disponibilidad de tiempo? ¿Podré cumplir con los demás compromisos académicos? Déjanos tu comentario y conoce más de la historia de Carlos aquí.