Mi experiencia con el aprendizaje en línea

Durante mis años de colegio, Rosetta Stone fue el primer acercamiento que tuve con una modalidad de aprendizaje autónomo, luego vino Edmodo, después Khan Academy, más adelante Coursera y Google Classroom, y muchas otras fuentes útiles. Las redes sociales nacieron y prosperaron mientras yo estudiaba la secundaria, y la idea del aprendizaje en línea fue evidente. Ahora, como muchos otros estudiantes de educación superior, me reencuentro con este durante el tiempo de aislamiento social, de una forma casi obligatoria. Sin embargo, a partir de estas experiencias pasadas y otras más actuales pude reconocer que, para disfrutar de este y no reprobar en el intento,  era necesario tener en cuenta tres cosas.

En primer lugar, se hizo indispensable reconocer qué tipo de estudiante era y llegué a la conclusión de que hago parte del grupo de alumnos independientes y motivados que, de alguna u otra forma, necesitan algún tipo de estructura. Me encantó el hecho de que podía moverme al ritmo que creía necesario, incluso, si me demoraba hasta la medianoche. Los cursos en línea actuales, desde mi punto de vista, son maravillosos para las personas que, como a mí, les gusta escabullirse en un contenido hasta lograr su comprensión o hasta que se les sequen los ojos. Lo que suceda primero. 

La necesidad de la estructura, por otra parte, proviene de mi necesidad de confirmar el conocimiento adquirido o de solicitar una extensión en dicha comprensión. Para mí eso es esencial, sin importar si es una clase de idiomas, de crochet, de escritura o de cocina. Yo tiendo a disfrutar del diálogo y de ser orientada cuando aprendo y estos, por obvias razones, son importantes para mi formación en la mayoría de los casos. Por eso comencé a rehuir aquellos cursos que carecían de diálogo y de un plan de estudio determinado, pero que requerían ver videos interminables, tomar notas, responder preguntas, evaluar y repetir.

También hay algo valioso de la adquisición de esa estructura que surge cuando uno, como estudiante, debe reunirse en momentos específicos durante la semana o realizar ciertas entregas puntuales. Aprender a construir mi propio calendario y hacer un seguimiento de las tareas que debía realizar ha sido muy importante para mi proceso formativo y mi crecimiento personal. 

En segundo lugar, otorgar importancia a las opciones de interacción (sincrónicas y asincrónicas) propuestas. Hace algún tiempo tuve la oportunidad de matricular un curso virtual en una universidad extranjera y el docente, en ese entonces, no nos permitía el envío de notas de voz para realizar nuestras preguntas sobre los trabajos y proyectos propuestos, tampoco planteó asesorías o encuentros sincrónicos para la realimentación de estos.

En vez de eso, teníamos que escribir nuestras dudas (algunas muy puntuales y otras bastante extensas), adjuntar una foto de la sección del proyecto en el cajoncito del chat para que el docente supiera de qué estábamos hablando y enviar todo a un tablero de mensajes que estaba disponible durante una hora a la semana. Pasado este tiempo, se inhabilitaba hasta la semana siguiente. Recuerdo que al poco tiempo había perdido la motivación y opté por cancelar el curso. 

La interacción es una pieza necesaria de aprendizaje en línea. Si bien, hay algunas cuestiones académicas que pueden abordarse de forma escrita, el uso de notas de voz, la dedicación de algunos minutos para la realización de videollamadas a través de plataformas como Zoom, Skype o Google Meet, permiten que uno como estudiante pueda expresar sus ideas de forma directa, plantear las discusiones de una forma más controlada y profundizar nuestro propio conocimiento y comprensión de temas y conceptos. La interacción que proponga el docente es importante, al igual que sus comentarios y orientación oportuna.

En tercer lugar, aprender a planificar mis horas de estudio. El mayor nivel de estupefacción que he tenido hasta ahora es haberme dado cuenta durante algunos de mis procesos de aprendizaje en línea que, si bien tenía encuentros sincrónicos pocos días a la semana y durante ciertas horas, si no planificaba bien la realización de mis deberes académicos, no iba a tener tiempo para nada. La responsabilidad de dedicar un promedio de horas al estudio autónomo de cualquier contenido se mantiene y, de hacerlo de forma correcta, permite flexibilidad suficiente para aprender, adelantar contenidos y dedicar tiempo a las diversas actividades de ocio en toda su extensión.

Asimismo, para mí fue esencial desarrollar un comportamiento como estudiante en modalidad virtual y descubrí que tener un sistema general de flujo de clase hacía que estas fueran más llevaderas. Por ejemplo, para un contenido sencillo cuyo tiempo estimado era 1 hora, destinaba 25 minutos para revisión y lectura de los materiales, 20 minutos de práctica, 10 minutos de descanso y 5 minutos de finalización y preparación para el próximo contenido.

Es cierto que todos aprendemos diferente. Hay personas que no logran adaptarse a las dinámicas virtuales y eso no está mal; otras, como yo, logran tener experiencias positivas. Hasta el momento, he tenido la oportunidad de matricularme en diversos cursos, unos de carácter académico y otros más laxos, que me han permitido desarrollar diversas aptitudes para el manejo del tiempo, el uso de nuevas herramientas y recursos, y generar nuevos intereses. Este tipo de formación puede ser muy valiosa, siempre y cuando se aborde con un interés genuino, de una forma ordenada y se cuente con las herramientas adecuadas.

María José Mercado Castrillón
Estudiante de Filosofía

Aprender en la virtualidad a través de los MOOC

Desde el año 2012, los cursos masivos abiertos y en línea (MOOC) se lanzaron como una tendencia de la educación virtual a nivel mundial. Desde su concepción, fueron pensados para hacer el conocimiento accesible para más personas, permitir la conexión entre ellas y posibilitar la emergencia de comunidades de aprendizaje o redes de colaboración.

Esta última característica no fue propiamente intencionada, pero se estimaba que si personas de diferentes latitudes se reunían en un mismo espacio formativo y realizaban actividades entre sí, podrían mantener el contacto entre ellas, además de analizar y reflexionar los temas de interés desde sus contextos.

Por otro lado, desde el atributo de masividad, se han identificado algunas “problemáticas” como la alta deserción y la dificultad sobre cómo realizar la evaluación. El tema de la deserción en los MOOC es de consulta, análisis e investigación frecuente. En muchos casos es visto como un problema porque, tradicionalmente, una persona toma un curso y desarrolla todos los contenidos y actividades que allí se establecen, pero como estos espacios son abiertos, las personas no están en la obligación de mantenerse. Como respuesta a esto, muchos teóricos defienden que, por tratarse de un curso abierto, el participante debe tener la potestad de entrar, consultar y digerir aquello que sea de su interés, sin la necesidad de desarrollar los contenidos a cabalidad.

Asimismo, la dificultad que se ha manifestado en diferentes estudios con el tema de la evaluación en los cursos masivos, cae justamente en el mismo círculo de pensar en estos como espacios tradicionales. Los MOOC se sostienen bajo el principio de autonomía del estudiante, por tanto, el participante define si termina o no sus actividades ya que existe una gran variedad de estrategias para evaluar en la virtualidad. 

En un caso particular, por ejemplo, hace poco me llegó la oferta de unos cursos que se dedicaban a trabajar las tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento (TAC), las competencias digitales docentes (CDD), y la colaboración y la evaluación en entornos de aprendizajes virtuales. Al ver que estas temáticas son de mucha pertinencia para nuestro contexto actual, decidí matricularme y desarrollar uno de estos.

El curso al que me inscribí constaba de 4 unidades, las cuales se podían explorar sin seguir un orden establecido. Inicialmente estudié las Unidades 1 y 4, luego lo abandoné y no hice ninguna de sus actividades. Semanas después, en el trabajo me solicitaron proponer algunas estrategias de evaluación, entonces retomé el curso, terminé las unidades faltantes sobre evaluación y volví a abandonarlo sin hacer ninguna actividad ni evaluación.

Todo esto sucedió antes de escribir este artículo, sin embargo, en este ejercicio de escritura y retomando la experiencia propia, volví a constatar que los cursos masivos no se rigen por el formato tradicional. Concluí entonces que los usuarios —que no son estudiantes en amplio sentido de la palabra— son personas que participan en un espacio formativo en búsqueda de un conocimiento que no poseen. Si esto sucede, es posible afirmar que los MOOC cumplen con su propósito: ser abiertos, en línea y masivos.

¿Has tenido la oportunidad de estar un curso de este tipo? Compártenos tu experiencia en los comentarios.

Johana Milena García
Gestora de Proyectos de Ude@

Ude@ Educación virtual lanza sus primeros cursos masivos abiertos y en línea (MOOC)

Como iniciativa para ampliar la oferta formativa de educación continua de la Universidad de Antioquia, y con el propósito de llegar a los diferentes públicos de la comunidad universitaria, Ude@ Educación Virtual hace lanzamiento de dos cursos virtuales gratuitos que se ofrecen de forma masiva y que poseen una metodología autogestionable, también conocidos como MOOC.

El primero, Enseñar, conversar y aprender: la comunicación en entornos virtuales, tiene como objetivo generar en los profesores el desarrollo de competencias para fomentar la comunicación y la interacción con los estudiantes en escenarios virtuales. Este curso, que se desarrollará entre el 18 de mayo y el 18 de agosto de 2020, contará con dos webinars: Estrategias y casos de comunicación en entornos virtuales, que se llevará a cabo el 1 de julio a las 2:00 p.m.; y Creación de un recurso educativo, que se realizará el 22 de julio a las 10:00 a.m. 

Si quieres hacer parte de ellos, debes estar atento a nuestra página de Facebook https://www.facebook.com/UdeArroba/ 

El segundo MOOC, La Web: de lo conceptual a lo práctico, busca abordar diferentes conceptos relacionados con el uso de aplicaciones y el manejo de dispositivos tecnológicos para apoyar los procesos de formación y el mejoramiento de las competencias tecnológicas. Cabe mencionar que este curso se ofrecerá al público en general, entre el 6 de julio y el 17 de agosto. Las inscripciones se encuentran disponibles en este enlace: https://bit.ly/MOOC-La-Web

Se espera que con esta oferta de formación que se plantea desde Ude@ Educación Virtual, las personas se familiaricen con el uso y apropiación de las TIC en sus procesos de enseñanza-aprendizaje y que accedan a diferentes alternativas de formación, de acuerdo a sus necesidades específicas.

¿Qué otras temáticas te gustaría abordar en próximos MOOC de Ude@ Educación Virtual? Déjanos tu respuesta en los comentarios.


Aprende, sacándole provecho a tus dispositivos móviles

Sabemos que, por la situación que vivimos en este momento, nos estamos enfrentado a grandes retos como enseñar y aprender desde casa, utilizando las diversas herramientas que tenemos a nuestra disposición. 

Gran parte del uso que les damos a nuestros dispositivos móviles es para la comunicación con otras personas, para el entretenimiento y para el ocio; sin embargo, cuando aprovechamos estas tecnologías para crear o compartir contenidos, acceder a herramientas o aplicaciones, fortalecer el autoaprendizaje e investigar sobre algunas temáticas que hemos abordado durante nuestras clases, estamos haciendo uso del m-learning o aprendizaje móvil.

De acuerdo con Torres, Infante, y Torres (2015), el m-learning se define como una estrategia de enseñanza y aprendizaje donde se hace uso de los dispositivos móviles para darle ubicuidad a los procesos y combinar el aprendizaje formal con el informal que se desarrolla en otros escenarios que ofrecen los dispositivos con acceso a internet. Puede decirse que su finalidad es generar el desarrollo de habilidades para la autogestión de los aprendizajes y para motivar al uso social de los dispositivos en el campo educativo.

¿Quieres saber cómo fortalecer tus prácticas para el aprendizaje móvil? Te compartimos algunos consejos para aprender, sacándole provecho a tus dispositivos:

  1. No te satures utilizando muchas aplicaciones al tiempo; por ejemplo, si quieres aprender nuevos idiomas, empieza descargando una aplicación y si ves que no te funciona utiliza otra hasta que llegues a la que te ofrezca mejores posibilidades de aprendizaje.
  2. Si tienes dudas sobre un tema que te explicaron en clase o tienes curiosidad sobre alguna temática, aprovecha tus dispositivos para investigar y consultar información relacionada, pero verifica muy bien que las fuentes sean confiables.
  3. Utiliza las redes sociales y los diferentes canales de comunicación para conversar con tus compañeros sobre temas académicos, incluso, puedes crear foros de debate para intercambiar ideas y opiniones.
  4. Recomienda a otras personas aquellas aplicaciones, herramientas y recursos que han sido de gran utilidad para fortalecer tus aprendizajes, seguro ellas te lo agradecerán.
  5. Utiliza los dispositivos móviles para crear contenidos. Si tienes algún conocimiento que quieres compartir con otros, aprovecha las herramientas que tienes a la mano para realizar videos, infografías, podcast, escritos, interactivos, entre otros contenidos digitales.

Esperamos que estas recomendaciones sean de utilidad para tu proceso de aprendizaje desde casa. ¿Tienes otros tips adicionales? Escríbelos en los comentarios.

Por último, queremos compartir contigo este pequeño E-book donde conocerás otras recomendaciones y algunas herramientas para fortalecer tus habilidades para el aprendizaje móvil.

Referencias bibliográficas
Torres, J., Infante, A., y Torres, P. (2015). Aprendizaje móvil: perspectivas. RUSC. Universities and Knowledge Society Journal, 12(1), pp. 38-49.

Los recursos interactivos para los procesos de enseñanza y aprendizaje

Los contenidos interactivos en la enseñanza y el aprendizaje, facilitan la construcción de los saberes y la apropiación del conocimiento porque permiten integrar diferentes formatos que se adecúan a los estilos de aprendizaje de los estudiantes, dado que pueden incluir y combinar el audio, la imagen, el texto, el video, la animación, entre otros lenguajes multimedia.

Uno de sus grandes beneficios es que ayudan a la apropiación de los conocimientos y a mantener la atención del estudiante, puesto que es este quien decide cómo explorar el contenido y elige los materiales que tiene a su disposición para la comprensión de la información. Además, se adaptan a las necesidades particulares del usuario y a su propio ritmo de aprendizaje.

Dentro de sus mayores ventajas, se encuentran:

  • Tener un mayor flujo de la información porque permite presentarla en diferentes niveles de navegación.
  • Generar un rol activo del estudiante a la hora de explorar los elementos del recurso.
  • Tener una interfaz enriquecida con elementos multimedia que mejoran el nivel de interacción.

Realizar este tipo de recursos es una oportunidad para que, tanto docentes como estudiantes, utilicen las tecnologías a su favor en la educación, ya que gracias a ellas pueden acceder a diversas plataformas y herramientas que permiten crear este tipo de insumos de forma simple y gratuita.

Por tal motivo, queremos compartir dos herramientas muy útiles a la hora de desarrollar estos contenidos. Si las empiezas a utilizar, pronto les podrás sacar provecho para las actividades académicas.

Genially
https://www.genial.ly/es

Es un software en línea que permite crear presentaciones, infografías y otros recursos interactivos; estos pueden contener textos, videos, efectos visuales, sonidos e imágenes que puedes organizar de diversas maneras para integrar los contenidos.

Timegraphics
https://time.graphics/es/

Es una herramienta web intuitiva y fácil de usar, que permite la creación de líneas de tiempo, las cuales pueden integrar texto, audio, imágenes, gráficos y videos.

¿Has utilizado este tipo de herramientas que permiten realizar contenidos interactivos? Cuéntanos en los comentarios.

“Como profesor estoy muy permeado por las TIC y las utilizo para motivar a mis estudiantes a la apropiación de los conocimientos”

Mi nombre es Elkyn Johan Granados Vega, soy químico Farmacéutico, magíster en Epidemiología y candidato a doctor en Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias; además, soy docente de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias. Desde hace aproximadamente cinco años he tenido el acompañamiento de Ude@, cuando inició la especialización virtual de la Tecnología en Regencia de Farmacia y, por medio de este, he logrado apreciar no solo la evolución del programa hasta este momento, sino también la transformación de las herramientas con las que se trabaja en la virtualidad.

Hoy existen nuevos conceptos de lo que significa la educación virtual o la educación mediada por tecnologías porque este proceso ha permitido la retroalimentación en el entorno educativo, la interacción en los escenarios virtuales y la creación de conocimientos de forma colaborativa. No obstante, integrar las TIC en los procesos de enseñanza-aprendizaje ha sido un gran reto para mí como docente, pero también para mis estudiantes porque nos hemos enfrentado a diversas dificultades; sin embargo, gracias al apoyo recibido por parte de Ude@, estas dificultades se han convertido en oportunidades muy importantes, por ejemplo, la apropiación de los contenidos de forma más efectiva.

La educación virtual ha sido un punto de desconfianza para quienes integramos la comunidad académica, pero con el acompañamiento de Ude@ y de su equipo de profesionales, desde sus asesorías para la creación de los cursos, el apoyo para la apropiación de las herramientas tecnológicas y la creación de contenidos, se ha logrado cerrar esa brecha y, además, convencer a los estudiantes y a los profesores de que la educación virtual también es de calidad.

Por último, quiero agregar que como docente estoy muy permeado por las herramientas tecnológicas. Personalmente, disfruto de integrar las TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje porque sé que con ellas puedo incentivar a mis estudiantes, no solo de la modalidad virtual sino también de la modalidad presencial, para que se apropien de los conocimientos que se imparten en las clases y utilicen diversas herramientas, programas y recursos que pueden tener a su disposición para aprender. 

¿Quieres compartir tu experiencia con el uso de las TIC en los procesos de enseñanza-aprendizaje? Cuéntanos en los comentarios.

Elkyn Johan Granados Vega
Docente de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias